Se hubiera puesto las botas Antonio Díaz Cañabate, abogado, escritor y crítico taurino, en estos tiempos para complementar sus "Historias del tren", y es que a los retrasos recurrentes de la alta velocidad y a la relación entre el AVE y el Regional, socorrido auxiliar de aquel cuando queda varado en la Intermodal de Huesca, se ha sumado esta mañana un nuevo estrambote, una nueva versión.
Tenía prevista la partida el Regional, como cada mañana, a las 7:38. Cuando los pasajeros han asomado a la sala de la Estación, la pantalla reflejaba un retraso de veintidós minutos, hasta las 8. Poco después, un trabajador de Renfe ha anunciado que el retraso sería de una hora, por lo que han invitado a quien lo deseara a montar en el AVE. Tiene un inconveniente la alta velocidad para trabajadores o estudiantes que paran en Goya o Portillo, y es que no se detiene hasta Delicias, considerablemente más alejada la gélida estación del centro. Aun con todo, se han instalado en el AVE para ganar tiempo.
Ya en las cómodas butacas del AVE, los pasajeros han contemplado, cuando faltaban apenas cinco minutos para el arranque, que llegaba el Regional, veinte minutos tarde pero no la hora anunciada, así que todos se han quedado instalados en la unidad asumiendo la incomodidad del destino en Delicias.
De esta manera, el AVE devuelve frecuentes favores del Regional, habitual transporte -con el apelotonamiento consiguiente- cuando fallan los vetustos convoyes de la otrora admirada flota de la alta velocidad española. Sin ir más lejos, y seguro que ha habido más casos, el Regional tuvo al menos que acoger en seis ocasiones el año pasado a los viajeros del AVE por averías en el tren o en la infraestructura, mientras que este año ha sucedido el 6 de febrero, 21 de marzo, 5 de agosto y 25 de septiembre, ante la resignación de una clientela que empieza a perder fe en este transporte. Pero...
AYER, AVE EN TREN DE LARGA DISTANCIA A MADRID
El AVE Huesca-Madrid proporcionó una nueva modalidad de "sorpresa" este martes. Tras llegar con normalidad de la capital oscense a la zaragozana, Renfe hizo cambiar en Delicias por un fallo técnico.
La solución fue reubicar a los viajeros en un tren de larga distancia, lo cual significa que, aunque obviamente hubo demora, no se llegó a los 60 minutos para la devolución de la mitad del importe ni obviamente a los 90 para el retorno total. Eso sí, servicio de calidad inferior, menos comodidad e idéntico precio. Lo que viene a llamarse un alivio.