Huesca se despide de otro comercio de referencia con el cierre de Colos

Sara Gracia tomó la determinación de que febrero de 2024 fuera el último mes de este establecimiento, una triste decisión que ahora abre paso para ella a una nueva etapa

Periodista
27 de Febrero de 2024
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Colos se despide de Huesca tras cerca de medio siglo.
Colos se despide de Huesca tras cerca de medio siglo.

Huesca se despide de otro comercio tradicional que ha acompañado cerca de medio siglo a sus vecinos. Colos cierra sus puertas en pocos días y la ciudad pierde un establecimiento de referencia que unía calidad, estilo y una esmerada atención en un espacio singular y acogedor. Sara Gracia Martínez (Huesca, 1992) ha vivido momentos de tristeza hasta que finalmente tomó la decisión de que febrero de 2024 iba a ser el último mes al frente del negocio. Ahora ya se muestra feliz de emprender una nueva etapa.   

La gestión del establecimiento ubicado en la plaza de la Inmaculada pasó a manos de su familia en 2013, cuando la anterior dueña se jubiló y la madre de Sara, María José Martínez Cuello, que había sido muchos años dependienta en Colos, decidió dar el paso de mantener la tienda abierta. “Cuando la montó, le echaba una mano sobre todo en verano en el tema de papeles y contabilidad”, explica Sara Gracia. “No pensaba que me iba a dedicar a esto, pero cada vez me gustaba más y cuando mi madre falleció, en 2019, decidí quedármelo”, recuerda.

Imagen del interior del establecimiento.
Imagen del interior del establecimiento.

Ambas habían dado un nuevo toque al comercio, acompañadas en todo este viaje por Mar Ciprés -además de otras dependientas en distintos momentos-. “Antes estaba sobre todo enfocada a señora más mayor, pero desde que lo cogimos con mi madre nos abrimos a un público más joven, principalmente en el tema de invierno, como parkas, plumíferos…”. Destaca Sara Gracia que eran prendas “de calidad y más exclusivas. Por ejemplo, de un modelo sólo teníamos tres tallas; lo que buscábamos era exclusividad”, remarca.

Eliminaron la sección de novias, madrinas y fiesta y, aun conservando una parte de este tipo de prensas para invitadas, introdujeron más ropa de diario y más variedad.

Todo ello en un establecimiento muy cuidado que ha conservado su esencia. Cerca de 300 metros cuadrados -con el almacén y la terraza- con mucha luminosidad, con la madera como protagonista, buscando la comodidad de las clientas, con espacios amplios, grandes probadores y sin agobios, donde se encontraba una muy bien valorada atención por parte de Sara y Mar.

Un espacio muy cuidado y amplio albergaba Colos.
Un espacio muy cuidado y amplio albergaba Colos.

Los factores que han llevado a Sara Gracia a tomar la decisión han sido varios y diferentes. Muchos aspectos pesaban en el lado de los contras y no dejaban avanzar, las cuentas no salían.

No necesariamente en este orden -ni de forma exclusiva-, han influido en el adiós a Colos la pandemia, el precio del alquiler, la venta por internet y los continuos descuentos a los que se ven abocados este tipo de comercios.  

“Después de la pandemia no ha vuelto a ser lo mismo. El producto que vendemos tiene un precio elevado, y tras el confinamiento la gente no salía tanto, no iba a eventos…. Notamos mucho la bajada de ventas”, recuerda. Añade que no es fácil acertar con el tipo de prendas que se sacan a la venta: “Llega un momento que ya no sabes si el producto, el precio…”.

También le ha “entorpecido mucho” el precio del alquiler. “El tema de los alquileres en Huesca es insostenible”, asegura Sara Gracia. Estaba subarrendada y considera que el precio era elevado para la zona en la que está ubicado el establecimiento, una renta que siguió asumiendo en pandemia y que pesaba mucho en el balance.

Ha influido, asimismo, “la competencia que tenemos con internet y otras cadenas más baratas, y también que ahora prácticamente estábamos todo el año vendiendo con descuentos -explica-. Las grandes cadenas acostumbran al consumidor y nosotros tenemos que competir, pero nuestro margen es mucho menor. Luego que si el Black Friday, descuentos de Navidad, rebajas… y eso también repercute”.

Sara Gracia llevaba tiempo meditando hasta que tomó la decisión de despegarse de Colos. “Iba aguantando, pero hasta aquí, porque al fin y al cabo una empresa es hacer números, y salen o no salen”, traslada.

Exterior de Colos en la plaza de la Inmaculada.
Exterior de Colos en la plaza de la Inmaculada.

Así, lo peor de esta etapa en solitario han sido los días en que veía que “no se vendía nada. Haces una inversión muy grande -comenta- y cuando no vendes lo pasas muy mal”.

Pero queda lo mejor, que es “el trato con las clientas”. En este mes de despedida, “me han hecho llorar, porque la gente nos da las gracias de todo corazón. El trato con el público es lo que me llevo, con muchas clientas hemos hecho amistad”.

En estos días apuran la venta de las prendas que tenían en tienda y almacén con grandes descuentos y han volado. “Ni nosotras mismas esperábamos que fuera a ser tan rápido”, dice Sara Gracia, quien se despide de la que también ha sido su casa con una sensación final alegre.

“Alegre -explica- por todo lo que he aprendido aquí y por empezar otra etapa. Me ha dado pena, pero hasta que tomé la decisión, luego ya feliz. Ahora voy a dedicarme a otra cosa”, y lo principal, “voy a ser madre. Eso me ayudó a decidirme”, finaliza.

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