Las mujeres bailarán las espadas en Graus: "Supone esperanza y es un gran paso para todas"

Almudena Trell, Irene Isla y Lucía Aguilar, tres de las diez chicas que entrarán en la historia del dance grausino, relatan su sentir a pocos días de bailar en la Plaza Mayor

Adrián Mora
Periodista
06 de Septiembre de 2023
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De izquierda a derecha: Ainhoa Pera, Carla Román, Claudia Sistac, Almudena Trell, Irene Isla, Lotus Engel y Lucía Aguilar. Danzantas de Graus.
De izquierda a derecha: Ainhoa Pera, Carla Román, Claudia Sistac, Almudena Trell, Irene Isla, Lotus Engel y Lucía Aguilar. Danzantas de Graus.

Diez nombres que entrarán en la historia de las Fiestas en honor al Santo Cristo y San Vicente Ferrer de Graus: Almudena Trell, Claudia Sistac, Lucía Aguilar, Carla Román, Julia Vidal, María García, Irene Isla, Alba Nieto, Lotus Engel y Ainhoa Pera. Son las diez mujeres que bailarán por primera vez el baile de las espadas los próximos días 13 y 14 de septiembre en la Plaza Mayor de la capital ribagorzana. Este hecho se dará por la reciente reforma del reglamento de régimen interno de la Asociación de Dances y Albahadas, concretamente del artículo 7.2 apartados A) y B). De esta manera, las mujeres tendrán a partir de ahora el derecho a bailar las espadas, tal y como se viene haciendo desde hace varios años con el grupo infantil.

Almudena subraya que "es un orgullo el poder ser las primeras mujeres en bailar las espadas en Graus". Las fiestas, recuerda, "se viven mucho en todos los aspectos y poder participar de forma activa bailando más de dos años, que es lo que pueden bailar las mujeres en las cintas, es un gran paso para todas".

Para Lucía este nuevo paso supone, sobre todo, "esperanza". La realidad es que "las chicas sabemos que tras bailar las cintas no va a hacer nada más, nuestra vida como danzantas se acaba con nuestro tercer baile. De esta forma, podemos, primero, elegir, y segundo, no ver tan acotado nuestro tiempo en el dance".

Al visualizar el baile durante toda su vida, aunque no hayan formado parte de él hasta ahora, "no partíamos de cero", expresa Almudena, quien reconoce que "al principio, en los ensayos, nos costaba un poco más, pero con la ayuda de los veteranos hemos mejorado mucho". En ese sentido, no hay queja alguna, pues "se han involucrado mucho desde el principio: al final, todos buscamos lo mismo, que es que el baile salga perfecto".

Lucía confiesa que el día 13 habrá nervios, ya que, al ser las primeras chicas, "estamos bajo miradas tanto de apoyo como de escepticismo". Cree que "va a marcar un antes y un después, y por eso nos ponemos la presión de hacerlo lo mejor posible para demostrar que ésta ha sido una muy buena decisión".

Irene, por su parte, se muestra radiante ante la posibilidad de bailar por primera vez con espadas. "Para mí supone mucho orgullo e ilusión. A cualquier chica le haría ilusión entrar, pero a nosotras creo que todavía más porque es el primer año que lo hacemos y es el abrir paso a que luego otra gente pueda bailar". En su caso, nunca ha bailado las cintas porque su turno se truncó en los años del covid. "Creo que todavía estamos en el punto de mira por el hecho de ser el primer año donde hay chicas. Imagino que la gente se fijará más".

A pesar de haber disfrutado ya de su periodo de danzanta y tener ya una experiencia a sus espaldas, Almudena sabe que "los nervios de verdad llegarán cuando estemos a punto de entrar en la plaza y empiece a sonar la música, da igual las veces que hayas bailado y el baile que hagas, ahí es cuando de verdad se sienten los nervios".

Siguiendo la misma línea que sus compañeras, Irene explica que los ensayos "han ido súper bien desde el primer día porque nos acogieron muy bien. Nos enseñaron con mucha paciencia y con críticas constructivas, siempre desde el respeto". Lucía añade que en el inicio "íbamos con algo de tensión porque no sabíamos qué iba a pasar ni qué nos íbamos a encontrar". Sin embargo, cree que cuando "uno se da cuenta de que todos queremos pasarlo bien, que salga lo mejor posible e ir a una, algo cambia". Además, entre los danzantes todos tienen un hermano, un primo o un amigo, "y el que no lo es acaba por convertirse en uno". Así, estos días previos han sido un "momento de unión", pues se crea una sinergia durante tres semanas que difícilmente se consigue de otra manera.

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