Los navateros de Hecho hacen frente a la falta de agua y completan un complicado descenso

Han tenido que meterse en el río para desencallar las naves y han tardado cerca de dos horas en realizar el recorrido

Periodista
07 de Mayo de 2023
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Navateros de Hecho desencallando una de las navatas en el descenso del Aragón Subordán.
Navateros de Hecho desencallando una de las navatas en el descenso del Aragón Subordán.

El esfuerzo de los navateros de Hecho por sacar adelante el tradicional descenso por el Aragón Subordán es encomiable. La falta de agua ha dificultado tanto la navegación, que el recorrido de unos 3,5 kilómetros que normalmente se salda en menos de 30 minutos ha costado este domingo cerca de dos horas. Pero las sensaciones que ofrece el revivir esta tradición se han mantenido en los navateros y este año con la ilusión de tres nuevas incorporaciones de jóvenes que aseguran el relevo.

En el XIV Descenso de Navatas por el Aragón Subordán han participado dos almadías de cuatro trompos y un total de 18 navateros. Aunque no es la primera vez que ocurre, este año se recordará por la falta de agua provocada por la sequía, ya que a pesar de que se habían registrado lluvias en las últimas horas, “al río le faltaban dos palmos”, ha indicado Enrique Climente, uno de los navateros que este domingo ha realizado el descenso. “Normalmente, cuando llueve arrastra la nieve de la zona alta, que en esta época suele ser bastante, pero este año no hay mucha y se nota en el río”, ha explicado.  

La falta de agua dejaba piedras a la vista en el recorrido y ha sido imposible no encallar en algún tramo, por lo que los navateros han tenido que introducirse en el río hasta la cintura y tirar de varas para poder seguir avanzando. “No la hemos notado fría, porque estás en tensión y no te das cuenta”, ha explicado.

La dureza del recorrido ha hecho que el descenso que normalmente se realiza en menos de 30 minutos se haya alargado este año casi dos horas. Pero no ha restado fuerza al sentimiento de los tripulantes de estas naves. “Es una sensación que no se puede describir con palabras, y más procediendo de esta zona”, ha señalado Climente.

También destacado también el numeroso público que se ha congregado para presenciar este descenso, principalmente en los puentes, uno de los cuales ya se denomina desde este sábado “Puen de los Navateros de la Val d´Echo”, en homenaje a la asociación que ha conseguido recuperar este antiguo oficio que se realizaba en los ríos del Pirineo. Entre los asistentes, representantes de otras entidades de navateros del Tajo y de Valencia, que han compartido estos especiales momentos con los de Hecho.

Otra de las ilusiones de esta catorce edición ha sido la incorporación de tres jóvenes de 18 años, una de ellas la hija de Climente, Paula, junto con Jorge Ustáriz e Ignacio Pérez, lo que asegura el relevo para seguir manteniendo esta tradición de la zona.

Todo ello, junto con la reciente declaración del transporte fluvial de la madera como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, se ha celebrado en la comida celebrada tras el descenso, en la que han participado unas 250 personas.

De esta forma se cerraba un fin de semana de diversas actividades alrededor de la cita del descenso, como el homenaje del Ayuntamiento a la Asociación de Navateros de la Val d´Echo y el Mercado de Gastronomía y Artesanía.

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