Panticosa ha colocado este lunes la primera piedra del que será el tobogán de montaña con mayor desnivel de Europa, una ambiciosa infraestructura turística que forma parte del Plan Pirineos impulsado por el Gobierno de Aragón.
El presidente Jorge Azcón, junto con el alcalde de Panticosa, Jesús María Úriz, ha presidido el acto de inicio de obras, que contempla una inversión total de 7,7 millones de euros, de los que 7,2 serán financiados por el Ejecutivo autonómico y el resto por el Ayuntamiento de la localidad.
Con una longitud de casi 3 kilómetros y un desnivel superior a los 700 metros, el recorrido se completará en unos nueve minutos, alcanzando velocidades de hasta 40 kilómetros por hora. El tobogán dispondrá de 50 trineos y tendrá capacidad para acoger a 1.100 personas al día.

“Este tobogán es un ejemplo de motor económico y de la desestacionalización del turismo. Puede dar servicio a los turistas durante 10 meses al año y será un elemento central en la desestacionalización del turismo que afrontan las estaciones de esquí”, ha destacado Azcón.”, ha destacado Azcón.
El Gobierno de Aragón está desarrollando el Plan Pirineos para mejorar infraestructuras, servicios y sostenibilidad y desestacionalizar el turismo en las cuatro comarcas del Pirineo aragonés. La nueva infraestructura de Panticosa se suma a otras inversiones recientes en el valle de Tena, como los 12 millones de euros destinados en 2024 a renovar 547 cañones de nieve en el dominio esquiable Formigal-Panticosa, con el objetivo de aumentar su capacidad de producción de nieve y alargar la temporada invernal.

Además, Azcón ha subrayado la importancia de garantizar el acceso a la vivienda para los trabajadores del sector turístico y ha recordado que ya están en marcha proyectos para construir 16 viviendas en Panticosa, 15 en Biescas y 60 en Sallent de Gállego, con una inversión conjunta cercana a los 14 millones de euros. "Sin vivienda para los trabajadores, no hay posibilidad de que el Pirineo siga creciendo”, ha puntualizado.
El presidente ha defendido la necesidad de seguir reforzando el atractivo del Pirineo durante todo el año, y ha recordado que más de 500.000 personas visitan cada invierno las estaciones de Formigal y Panticosa, mientras que otras 20.000 lo hacen en verano solo para subir en la telecabina. “Hay que redoblar los esfuerzos para que el turismo tenga continuidad durante todo el año", ha concluido Azcón.