La denuncia del ciudadano Francisco Tomás Pérez-Fajardo reclamando el cumplimiento de La Ley de Memoria Democrática en tres de los escudos de la ciudad con la inscripción "Leal, Heroica e Invicta" ha surtido su efecto definitivo con el encargo de las faldas de la peana de San Lorenzo a la empresa Larraz, de Zaragoza, para sustituir las de 1957, después de que la Sociedad Deportiva Huesca haya encargado la remodelación de su escudo para quitar la leyenda. La Peña La Parrilla también eliminará de su emblema esos términos.
La Cofradía de San Lorenzo ha atendido a la notificación judicial que recibió a finales del pasado año a pesar de que su situación económica no es tan boyante como para hacer frente a un gasto de estas características. De hecho, han solicitado presupuestos a diferentes talleres de la comunidad valenciana y de Andalucía, donde el arte de los estandartes, las faldas y las balconeras es más habitual, pero finalmente la propuesta más ventajosa fue la de Larraz, de Zaragoza, que asciende a 12.000 euros.
Desde la Cofradía titular de la peana, hay un agradecimiento importante al Ayuntamiento y a la Cofradía del Santo Cristo de los Milagros cuyo prior es Vicente Estévez, por cuanto han aportado un tercio cada uno y han minimizado el impacto sobre las cuentas de San Lorenzo, cuyo presupuesto anual mantenido con las cuotas de los más de 750 cofrades (a razón de 6 euros anuales) rebasa por poco los cuatro mil euros que afrontarán.
NOSTALGIA POR ANTONIETA SANAGUSTÍN
Un icono, un mito de Huesca como es Antonieta Sanagustín fue la que bordó a mano las faldas que ahora serán retiradas. Lo hizo en 1957, cuando un inmenso movimiento popular permitió sufragar el gasto de más de doscientas cincuenta mil pesetas (una enormidad para la época) para la peana de San Lorenzo, también ejecutada por un taller zaragozano. Durante meses, cada una de las aportaciones de los ciudadanos, comercios y empresas oscenses aparecía en Nueva España, en un servicio del rotativo aplaudido por la ciudad. Cuando se estrenó el 9 de agosto de 1957, Año Jubilar Laurentino de una gran solemnidad con presencia de jerarcas de la Iglesia y del Gobierno, la obra de Antonieta fue reconocida con la admiración generalizada.
De hecho, en la empresa Larraz (que tiene instalada su tienda en la calle del Coso zaragozana con venta de materiales para manualidades, banderas y bordados en su mercería tradicional además de desarrollo de cursos y talleres) "han alucinado con el trabajo que hizo Antonieta Sanagustín, porque es un escudo excepcional", afirma África Moyano. La Cofradía guardará en sus almacenes el viejo terciopelo con la obra de arte de la más popular bordadora de la modernidad oscense.
En la notificación judicial, la Cofradía recibía un apercibimiento de multa de entre 2.000 y 10.000 euros por incumplimiento de la ley. Muy a pesar de muchos miembros cofrades, que estiman el valor histórico de la vestimenta de la peana laurentina, la decisión definitiva ha sido la del cambio de un elemento de la ciudad dotado no sólo de religiosidad, sino sobre todo de carácter popular en su origen y su historia.