“Va de vida”. Con esta frase, convertida ya en lema, la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de Huesca ha lanzado este viernes un llamamiento urgente a toda la ciudadanía para salir a la calle y defender el sistema sanitario público, ante lo que consideran un deterioro sostenido y una deriva privatizadora que amenaza la atención a pacientes y profesionales. La movilización -han subrayado- no es solo una cita en el calendario, sino una cuestión de derechos, de dignidad y de futuro. La convocatoria parte de la Plataforma SOS por la Sanidad Pública aragonesa, que ha organizado movilizaciones en Zaragoza, Huesca y Fuenferrada.
Todos los detalles se han dado a conocer en la Asociación Vecinal de Santiago de Huesca, durante una rueda de prensa en la que han participado Charo Ochoa, Pedro Pibernat, Montse Consejo, Pilar Callén, Raquel Bergua y Jessyca Brosed. En el acto se han anunciado tam bién otros actos previstos para los próximos días, entre ellos una concentración el martes 11 a las puertas del Hospital Universitario San Jorge, en defensa de la plantilla del Servicio de Urgencias.
Durante el encuentro, la Plataforma ha alertado del progresivo deterioro del sistema sanitario aragonés, con listas de espera crecientes, falta de personal y una gestión que abre paso a la privatización.
Han recordado que la Atención Primaria debería ser la base del sistema y que más del 90 % de los problemas de salud podrían resolverse en ese nivel asistencial, evitando ingresos hospitalarios innecesarios. Sin embargo, la escasez de recursos y la falta de planificación están dejando a este ámbito “en una situación insostenible”.
El documento presentado por la Plataforma recoge quince medidas consensuadas a nivel autonómico para revertir la precarización y recuperar la gestión pública de la sanidad. Entre las propuestas más destacadas figura la necesidad de una financiación suficiente que blinde los recursos públicos y evite el desvío de fondos hacia empresas privadas, así como la mejora de las infraestructuras y la accesibilidad en los centros sanitarios mediante la eliminación de barreras arquitectónicas y la renovación del material obsoleto.
También reclaman aumentar el número de camas hospitalarias, hasta alcanzar entre 4,5 y 5 por cada mil habitantes, y reforzar las camas de media y larga estancia.
La Plataforma aboga por un modelo de atención a la cronicidad que prevenga ingresos innecesarios y se base en un trabajo multidisciplinar, así como por mejorar el funcionamiento de las urgencias hospitalarias, dotándolas de espacios, equipamiento y personal suficientes.
Del mismo modo, se exige recuperar los servicios privatizados e impedir nuevas externalizaciones, modificando las normas que facilitan el desvío de fondos públicos a empresas. En ese sentido, subrayan que la coexistencia de gestión pública y concertada “complica las tareas y no mejora los resultados”.
Otra de las demandas pasa por reforzar la coordinación entre los distintos niveles asistenciales, especialmente entre Atención Primaria, hospitales, salud mental, servicios sociales y farmacias, para evitar duplicidades y mejorar la comunicación entre profesionales.
En materia de tiempos de espera, la plataforma propone establecer plazos máximos: seis meses para intervenciones quirúrgicas, sesenta días para consultas externas y quince días para citas en Atención Primaria, con un máximo de tres para urgencias no graves.
En relación con la atención continuada, se reclama que los centros de salud urbanos permanezcan abiertos hasta las ocho de la tarde con personal suficiente y que las urgencias leves no se concentren en los centros de especialidades.
También se pone el acento en impulsar la salud comunitaria y la promoción de la prevención, potenciando la figura de la enfermería comunitaria y fomentando una mayor participación ciudadana. Además, se defiende un uso más racional de los medicamentos, con prescripción por principio activo y una independencia real de la industria farmacéutica.
Una de las áreas que más preocupa es la salud mental, donde la plataforma reclama una dotación presupuestaria equitativa, atención integral y con dignidad, y la implantación de un modelo comunitario cercano a las personas y sus entornos. Recuerdan que este ámbito “siempre ha estado a la cola de los recursos” y que, aunque Huesca cuenta con buenos profesionales, aún no se ha consolidado el modelo de cercanía y atención familiar que demandan los usuarios.
La situación del transporte sanitario ha sido otro de los puntos abordados, al hilo de la reivindicación de recuperar la gestión pública de los servicios esenciales. Se ha denunciado que el servicio extrahospitalario nunca ha sido público y que su personal lleva más de mil días en huelga, con sueldos congelados desde hace seis años y condiciones laborales cada vez más precarias. “Trabajamos con los equipos de emergencias, pero pertenecemos a empresas privadas que cambian cada cuatro años y recortan para obtener beneficio”, ha explicado una trabajadora del sector.
El colectivo ha insistido en que la Administración debe velar por las condiciones laborales y la calidad del servicio, porque cuando las empresas privadas incumplen, “también se deteriora la atención al ciudadano”. En palabras de los portavoces, el dinero público “tiene que servir para mejorar la vida de las personas, no para engrosar beneficios empresariales”.
La campaña ciudadana “¿Y a ti, qué te pasa?”, presentada durante la rueda de prensa, busca recoger y visibilizar las quejas de pacientes y usuarios del sistema sanitario aragonés. La iniciativa invita a cualquier persona a compartir su experiencia a través de un formulario anónimo y a contactar con la Plataforma si necesita apoyo. “Queremos que las quejas individuales se conviertan en voz colectiva -han explicado-, que el círculo se convierta en plaza”.
La Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de Huesca, que nació hace dos años a raíz del intento de cierre de los Puntos de Atención Continuada y el traslado del Hospital de Día del Provincial, ha impulsado desde entonces jornadas informativas, concentraciones y campañas.
Actualmente, forma parte de la coordinación autonómica SOS por la Sanidad Pública Aragonesa, desde donde se promueven acciones conjuntas para revertir los recortes y frenar la privatización de los servicios públicos.
El mensaje final ha sido claro: “No podemos aceptar el deterioro del sistema como algo inevitable. Lo que se construyó con el esfuerzo de todos se puede volver a perder si no lo defendemos”.
La cita del domingo y del martes será, según la Plataforma, una oportunidad para demostrar que la sociedad aragonesa sigue dispuesta a luchar por una sanidad pública, universal y digna.
