El personal de Urgencias del Hospital San Jorge se moviliza el martes 11 contra la reducción de plantilla

Enfermeras y TCAE denuncian que el recorte de seis puestos agrava la sobrecarga asistencial y pone en riesgo a los pacientes

07 de Noviembre de 2025
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Urgencias del Hospital San Jorge. Foto GA
Urgencias del Hospital San Jorge. Foto GA

El personal de enfermería y técnicos en cuidados auxiliares (TCAE) del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario San Jorge de Huesca ha anunciado una movilización el martes 11 de noviembre frente a las puertas del centro hospitalario. La protesta responde a la decisión del Gobierno de Aragón de reorganizar la plantilla del servicio, lo que, según denuncian, supondrá la pérdida de seis puestos provisionales, tres enfermeras y tres TCAE.

Las explicaciones se han ofrecido en una rueda de prensa en la que también se han abordado otros problemas por los que atraviesa la sanidad pública en la provincia de Huesca, como la falta de estabilidad laboral y la sobrecarga asistencial.

Durante el encuentro con los medios, Raquel Bergua y Jessyca Brosed, profesionales del servicio en representación del personal de enfermería y TCAE, han explicado que la medida es “incongruente y perjudicial para la seguridad asistencial”. Han recordado que el número de atenciones ha aumentado un 15,9 % entre 2019 y 2024, mientras que la infraestructura del nuevo servicio presenta mayores exigencias organizativas que no se corresponden con el recorte anunciado.

Por su parte, el Gobierno de Aragón ha defendido que la reorganización del servicio de Enfermería “responde a criterios de eficiencia, equidad y mejora asistencial”. Según esta versión, no se trata de recortar personal, sino de redistribuirlo de forma compensada entre las unidades, garantizando una atención de calidad y mejores condiciones organizativas. No obstante, los profesionales insisten en que la decisión implica una reducción efectiva de plantilla respecto a las necesidades asistenciales reales.

Para comprender el contexto, han recordado que en 2019 el servicio de urgencias atendió 34.843 pacientes, unas 95 urgencias diarias, en un espacio de unos 700 metros cuadrados diseñado para atender a 60 personas al día. La plantilla entonces estaba compuesta por 21 enfermeras y 15 TCAE.

En 2020, la pandemia de COVID-19 obligó a habilitar un segundo espacio en el antiguo gimnasio de rehabilitación y a reforzar el personal con siete enfermeras y siete TCAE, lo que elevó la plantilla a 28 enfermeras y 22 TCAE. Aquel refuerzo fue siempre provisional, con contratos de seis o nueve meses que generaron una importante rotación profesional.

Tras numerosas reivindicaciones, el nuevo servicio de urgencias se inauguró el 1 de marzo de 2023, triplicando la superficie del anterior. Sin embargo, las mejoras de espacio trajeron la denuncia de nuevos problemas: largas distancias, salas de aislamiento separadas por puertas opacas y una sala de observación con 13 camas dispuestas en línea, lo que dificulta el control directo de los pacientes.

Después de la normalización sanitaria, el volumen de atenciones ha seguido creciendo. Según los datos aportados, en 2023 se registraron 38.909 urgencias, un 11,97 % más que en 2019, y en 2024 se alcanzaron 40.388 atenciones, lo que representa un incremento del 15,9 %. Las previsiones para 2025 estiman 43.000 asistencias, un 23,2 % más que en 2019.

Pese a esta tendencia, la dirección del hospital notificó en octubre de 2025 que no consolidará los puestos de refuerzo creados durante la pandemia y que se producirá una redistribución de plantilla, dejando sin consolidar tres puestos de enfermeras y tres de TCAE, con una dotación final de 25 enfermeras y 19 TCAE.

Los profesionales consideran esta medida especialmente incongruente, ya que mientras la Dirección Médica ha decidido reforzar la de facultativos ante el aumento de las asistencias, la Dirección de Enfermería ha optado por reducir efectivos.

“El servicio de urgencias ha tenido que enfrentarse a un aumento mantenido de las atenciones y al cambio al nuevo espacio con un 31,8 % de su plantilla provisional”, han explicado. “De nada sirve un apoyo temporal y mucho menos una reducción de la plantilla. Solicitamos que se recapacite la decisión, porque conllevará un empeoramiento de la atención y mayor riesgo para la seguridad de los pacientes”, han añadido.

Ambas han insistido en que la petición de aumento de personal no es arbitraria, sino que se apoya en datos reales que reflejan una tendencia al alza, agravada por factores como la situación de la atención primaria, donde “se está contratando personal sin la titulación homologada según la normativa europea”, las listas de espera en la atención especializada, el envejecimiento de la población y el diseño infraestructural del nuevo servicio.

“Queremos cuidar a nuestros pacientes de forma correcta, segura y adecuada"

“Queremos cuidar a nuestros pacientes de forma correcta, segura y adecuada. Para eso nos hemos formado y porque nosotros también podemos ser usuarios de este servicio”, han subrayado las portavoces.

El Gobierno de Aragón ha asegurado que, antes de adoptar la medida, se celebraron diversas reuniones con los representantes sindicales, que estaban de acuerdo en la necesidad de abordar la desigualdad en la carga de trabajo. Sin embargo, una delegada de Comisiones Obreras (CCOO) de Huesca, presente en la rueda de prensa, ha desmentido esa versión y ha afirmado que “ni se les ha consultado la medida ni se les ha invitado a ninguna reunión”.

Como parte de la movilización, el personal de urgencias ha organizado una mesa informativa y una recogida de firmas este viernes en la plaza Concepción Arenal, de 17:00 a 19:00 horas, y una concentración el domingo 9 de noviembre.

“No se trata de una guerra entre servicios”, han concluido Bergua, “sino de una defensa de la seguridad de los pacientes y del derecho a una atención digna y de calidad”.

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