La Plataforma Huesca por la Paz convoca una concentración este jueves contra el gasto militar

El colectivo defiende un modelo de seguridad basado en la justicia social

16 de Junio de 2025
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Una de las concentraciones de Bienvenidos Refugiados en la plaza de Navarra. Foto Myriam Martínez
Una de las concentraciones de Bienvenidos Refugiados en la plaza de Navarra. Foto Myriam Martínez

La Plataforma Huesca por la Paz ha convocado una concentración este jueves a las 20:00 horas en la Plaza de Navarra. El acto quiere mostrar el rechazo de la ciudadanía al aumento del gasto militar, que se plantea aprobar en la próxima cumbre de la OTAN, prevista para los días 24 y 25 de junio en La Haya, donde los Estados miembros debatirán la propuesta de elevar el gasto en defensa hasta el 5 % del PIB nacional.

Según denuncia la Plataforma, esta medida supondrá un grave retroceso en las políticas públicas, ya que implicaría la reducción de los recursos destinados a pensiones, sanidad, educación y cooperación internacional.

A su juicio, este modelo solo beneficia a la industria armamentística, que alimenta la guerra y vulnera los derechos humanos. “Déjemonos de eufemismos -afirman-, las armas solo se fabrican para usarlas y matar personas. No son la solución a los conflictos, son un negocio”.

Esta movilización se enmarca en una campaña más amplia impulsada por la Plataforma Aragón por la Paz: ni industria ni objetivo militar, integrada por más de cincuenta organizaciones sociales de todo el territorio, entre ellas Bienvenidxs Refugiados Huesca.

Desde este espacio se ha manifestado un firme rechazo al impulso de la industria militar en Aragón, alertando de que la historia demuestra que el rearme nunca ha traído paz, sino guerras, sufrimiento y muerte.

La Plataforma sostiene que la sociedad aragonesa demanda y merece otras prioridades y muestra su preocupación por la apuesta institucional por un modelo económico vinculado a la producción y el despliegue militar.

También advierten de que esta carrera armamentística tiene consecuencias ambientales graves, debido a las emisiones de gases contaminantes, los residuos tóxicos generados por los conflictos armados y el deterioro de ecosistemas donde se instalan campos de entrenamiento.

En palabras de Huesca por la Paz, “en esta ciudad donde nuestros gobernantes se enorgullecen de aumentar los cuarteles y fían buena parte de su desarrollo a la instalación de un regimiento militar”, resulta urgente apostar por alternativas que prioricen la cooperación, el desarrollo comunitario y las políticas de paz y acogida digna.

Desde la Plataforma defienden que la verdadera seguridad no se construye con más ejército, sino a través de la educación, la sanidad, la vivienda, el empleo y el diálogo. “No es cierto que, a más ejército, más paz. Es todo lo contrario. La industria bélica siempre va acompañada de más violencia. La guerra empieza donde se fabrican las armas y Aragón no quiere ser el origen de ninguna guerra”, añaden.

Y subrayan que el trabajo de la ciudadanía aragonesa no debe servir para sostener una industria que, aseguran, solo contribuye a ensuciar el mundo de sangre.

También han querido recordar, una vez más, la situación en Palestina. Desde octubre de 2023, denuncian que el Estado de Israel lleva a cabo una brutal estrategia de exterminio contra la población palestina en Gaza.

Según sus estimaciones más conservadoras, más de 53.000 personas han muerto y más de 121.000 han resultado heridas. “Estamos ante un genocidio en directo”, afirman. “¿Es este el tipo de sociedad que queremos construir? ¿Es este el mundo en el que queremos vivir?”

Por todo ello, Huesca por la Paz hace un llamamiento a toda la ciudadanía a participar en la concentración de este jueves y exige a las instituciones —Gobierno de España, Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Huesca— que reviertan los recursos destinados al gasto militar para reforzar los servicios públicos que garantizan el bienestar de las personas. Reclaman también una reconversión de la industria armamentística hacia usos civiles, una mayor transparencia sobre las actividades militares en el territorio, un compromiso claro con la resolución no violenta de los conflictos, y el fortalecimiento de políticas de acogida digna para quienes llegan huyendo de la guerra y la pobreza.

Además, insisten en la necesidad de aumentar la inversión en cooperación al desarrollo y proyectos comunitarios que fomenten la convivencia y consoliden un modelo de sociedad más justo y pacífico.

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