Alumnos y alumnas de los colegios San Vicente, Santa Rosa, Pío XII, Pirineos-Pyrénées y Juan XXIII, de Valentia y Aspace de Huesca han disfrutado este jueves conociendo el trabajo de la policía, a través de exhibiciones que se han desarrollado en la plaza López Allué. Principalmente, les ha llamado la atención el trabajo de los perros policía, pero también se han sorprendido de la actuación tras un atraco, para qué sirven los controles policiales, cómo se obtienen las evidencias de un acto delictivo y subiendo a los coches de la Policía, entre otras posibilidades.
La actividad ha sido organizada por la Subdelegación del Gobierno en Huesca y está incluida dentro de la celebración de los Santos Ángeles Custodios, patrones de la Policía Nacional, cuyo acto principal se celebrará el próximo martes en la plaza López Allué, con un desfile, imposición de medallas y homenaje a los agentes fallecidos. Ambas actividades responden al interés por estar cerca de la ciudadanía de la Policía, y en el caso de este jueves, de los niños y niñas y colectivos vulnerables, con el mensaje de que están para ayudarles y que sean percibidos como una policía cercana. Han asistido a las exhibiciones el subdelegado del Gobierno, Carlos Campo, y el primer teniente de alcalde de Huesca, Ricardo Oliván.
Las actividades han corrido a cargo de las unidades de controles móviles de Canfranc, de Seguridad Ciudadana, de guías caninos, y también se ha invitado a la Policía Local de Huesca y Adscrita, con exhibiciones y espacios que han sido visitados por cerca de 600 escolares y usuarios de Valentia y Aspace.
El acto se ha iniciado poniendo a todos los asistentes en situación. Se ha cometido un atraco en un banco de Huesca y el delincuente es muy peligroso porque va armado. Un testigo ha facilitado los datos del vehículo y se ha facilitado a todos los agentes uniformados y camuflados que están patrullando. Un coche ha entrado entonces a toda velocidad en la plaza, seguido de los agentes que lo han bloqueado y detenido. “Lo tienen que sacar rápido porque va armado, tirarlo al suelo para seguridad vuestra y de los agentes. Proceden a su engrilletamiento e inmovilización”, ha explicado una policía a los niños. Un vehículo policial lo ha trasladarlo en otro coche policial a Comisaría.
Después se ha explicado en otra exhibición de control policial por los agentes de Canfranc, con la zona de vigilancia, registro y bloqueo con el “rastrillo” para, como han apuntado los niños, pinchar las ruedas si se quiere dar a la fuga. Además, se ha utilizado a un perro policía que detectado que el conductor llevaba droga y así lo ha marcado al policía sentándose junto al hombre con su morro apuntado al lugar donde estaba.
La parte que más ha gustado a los pequeños ha sido la presencia de los guías caninos Borja, Marta y Toño con sus perros. Malibú, un pastor alemán, y los pastores belgas malinois llamados Widow, Sídney y Río, los dos últimos madre e hija, han causado sensación.
Malibú está especializado en drogas y también en buscar dinero. Cuando lo encuentra, se para con el morro pegado al lugar donde se halla, como ha demostrado en la plaza López Allué. Widow trabaja en la detección de explosivos, es distinto porque hace su labor separado del policía, y en esta exhibición lo ha detectado en una maleta, ante la que se ha parado sin tocarla, como se ha ido detallando por los agentes.
La exhibición canina ha incluido el trabajo de Río con quien se ha demostrado cómo se marca con un láser -uno de los medios que se utilizan- el punto donde debe acudir el perro para verificar si hay algún explosivo, manteniendo a los policías a salvo. Finalmente, Borja ha demostrado con Sídney lo que se consigue cuando un perro está bien adiestrado en un ejercicio de obediencia.
A lo largo de las exhibiciones, Borja ha explicado que casi todos los perros que utilizan son pastores alemanes o belgas. “Cualquier perro con unas características similares nos podrían valer, pero estas razas se llevan criando durante muchos años por el Ejército y la Policía y la proporción de perros válidos es más alta, por la selección que han llevado”, ha explicado a los estudiantes.
También les han explicado que la recompensa cuando hacen bien su trabajo es jugar con ellos. “El principal requisito que buscamos en los perros es que tengan unas ganas de jugar tremendas, que no haya nada más valioso que la pelota que le tiramos. Aprovechamos su instinto de caza, cuanto más tiene, más fácil es para nosotros adiestrarlo porque más ganas tiene de hacer el cometido que le estamos mandando”.
Dado lo importante que es que los perros policía obedezcan en todo momento las instrucciones, son de gran importancia los ejercicios de obediencia. “Tienen que obedecer nuestras instrucciones siempre, y por eso dedicamos muchas horas del entrenamiento, a trabajar la obediencia, lo que nos ayuda a generar un buen vínculo con él. Este trabajo lo podéis hacer con vuestro perro en casa. No hace falta que sea un perro de la policía. Las posiciones, órdenes… se lo podéis enseñar a cambio de una chuche, y os va a querer más y a estar más pendiente de vosotros”, les ha aconsejado.
La mañana ha terminado con los participantes aprendiendo y pasando un buen rato utilizando los altavoces de la policía, su indumentaria, aprendiendo a descubrir las evidencias de un acto delictivo para poder "detener a los malos" y plasmando sus huellas digitales en una cartulina que se han llevado de recuerdo, entre otras actividades. Una mañana para acentuar el conocimiento de la labor que realiza la policía y sentir que están velando por la seguridad de los ciudadanos.