Decenas de vecinos y usuarios de la A-125 se han concentrado este sábado en Biscarrués para exigir, una vez más, el arreglo urgente del tramo de 11 kilómetros que conecta Ayerbe, Biscarrués y Ardisa. La protesta ha vuelto a poner de manifiesto el malestar ante la falta de avances en una infraestructura considerada esencial para la movilidad y el desarrollo del Prepirineo.
La movilización se produce dos años después de la última gran protesta y sin que, según denuncian los asistentes, se haya llevado a cabo ninguna actuación relevante por parte de las administraciones competentes. “La situación no solo no ha mejorado, sino que la carretera sigue degradándose y supone un verdadero peligro”, han lamentado los organizadores.
Los participantes, muchos de ellos vestidos con chalecos amarillos para reforzar la visibilidad de la reivindicación, han mostrado su preocupación por el deterioro progresivo del firme, los baches y la ausencia de mantenimiento adecuado. Elementos que, insisten, convierten la A-125 en una vía especialmente comprometida para ciclistas, motoristas, vehículos particulares y transportistas que dependen de ella para su actividad diaria.
Bajo el lema “Todos juntos podemos conseguir una carretera segura y digna”, los asistentes han reclamado que se priorice de manera inmediata la mejora completa del tramo Ayerbe–Ardisa y se incluya esta obra en la agenda institucional “de una vez por todas”. La concentración ha servido también para recordar el impacto que una vía deteriorada tiene en los pueblos de la zona, tanto en seguridad vial como en oportunidades económicas y calidad de vida.
Los promotores han subrayado la importancia de mantener la presión social y han avanzado que continuarán con las movilizaciones si no se producen avances. “Lo que pedimos no es un lujo ni una obra menor: es una carretera básica para vecinos, empresas y visitantes”, han afirmado.