Se extiende la okupación en la calle San Orencio de Huesca, en medio de la tensión y las amenazas

Los vecinos han llamado a la Policía, ante el posible intento de entrar en otros pisos, y han denunciado amenazas

13 de Septiembre de 2023
Guardar
Dos de los coches de Policía que se han desplazado este miércoles a la calle San Orencio. Foto Myriam Martínez
Dos de los coches de Policía que se han desplazado este miércoles a la calle San Orencio. Foto Myriam Martínez

La presencia de unos okupas en dos edificios de la calle San Orencio sigue generando gran tensión en esta zona céntrica de la ciudad de Huesca, que se ha incrementado este miércoles cuando se ha apreciado un intento de entrar a vivir en otra casa colindante. Por si fuera poco, el propietario de un piso de este tercer bloque ha sufrido amenazas, que han sido denunciadas en Comisaría, y algunos vecinos y comerciantes han sido increpados.

Poco o muy poco han cambiado las cosas respecto a hace unos meses, cuando el antiguo edificio del Bar Wilson fue allanado, después de que los antiguos explotadores del establecimiento tuvieran que  marcharse ante el requerimiento consistorial por el estado de riesgo de ruina.

De aquel edificio se habitaron dos plantas y, recientemente, al menos parte de sus ocupantes -no se puede asegurar si todos- se pasaron a la casa contigua. Quienes viven o trabajan en este entorno señalan que "se trata de una población flotante", que puede alcanzar la veintena de moradores, algunos de ellos niños de corta edad.

Esta mañana, se ha visto a una persona que merodeaba junto a la puerta de acceso al edificio ubicado en el número 12 y, ante el temor de que pudiera tratarse de un nuevo allanamiento, en este tercer edificio, se ha alertado a la Policía Nacional.

Una compañía telefónica les ha instalado este miércoles la fibra óptica a los okupas
Una compañía telefónica les ha instalado este miércoles la fibra óptica a los okupas. Foto Myriam Martínez

Dos agentes se han desplazado hasta este lugar, donde previamente se había presentado también un operario que ha dicho ser de Movistar para instalar fibra óptica con la que dar servicio a las viviendas okupadas.

El trabajador ha cumplido con el encargo, sin que los agentes pudieran hacer nada y ante la protesta de los vecinos que, además de no comprender la situación y sentirse indefensos, han visto cómo pasaban el cable por sus fachadas sin su permiso. 

Cuando se han marchado los agentes, la tensión ha seguido creciendo y uno de los okupas ha proferido amenazas. Alarmados, los vecinos han llamado a la Policía Nacional que en esta ocasión ha enviado dos coches con cuatro agentes. Más tarde, la familia afectada ha presentado una denuncia por estos hechos.

El hartazgo es muy grande. "Llevamos así muchos meses y nadie hace nada, con la música a toda pastilla, malos olores. Tiran pozales con mierda humana en la rejilla de los desagües de la calle, ayer había un olor horrible y la suciedad está incluso atrayendo a los bichos", han explicado a este periódico. Algún vecino se plantea también denunciar al Ayuntamiento por permitirlo. 

La Policía Nacional, han dicho, les ha recomendado a los propietarios que denuncien

El Ayuntamiento, que ya ordenó apuntalar el edificio del Wilson en 2016 y la Comisión de Urbanismo redactó un informe sobre su estado, que remitió al Juzgado. Fuentes municipales han señalado que la alcaldesa, Lorena Orduna, nada más formar el equipo de gobierno, solicitó presupuesto para acometer su reforma en cuanto el tribunal le dé luz verde. Servicios Sociales también remitió otro documento sobre la situación de los menores de edad.

 

 

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante