Los sindicatos CCOO y UGT han salido este miércoles a la calle en la plaza López Allué de Huesca para exigir a los grupos políticos que no bloqueen la tramitación de la ley que establece la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. La concentración se ha llevado a cabo frente a la sede de la Confederación de Empresarios de Huesca (CEOE-Cepyme) y forma parte de una movilización coordinada a nivel nacional.
José Vegas, representante provincial de CCOO, ha explicado que la protesta busca “poner el acento en la necesidad de reducir la jornada laboral, conseguir consenso y apoyo político para un clamor popular de toda la clase trabajadora, para mejorar los índices de productividad y para evitar el sesgo de clases trabajadoras, teniendo todos una homogeneidad en cuanto a la jornada laboral a realizar”.
Por su parte, José Antonio Alentá, responsable de la Secretaría Territorial de UGT en Huesca, ha llamado la atención sobre las dificultades de justificar ante la ciudadanía la postura de PP, VOX y Junts, que afecta a unos 12 millones de trabajadores. "Son diputados elegidos por la gente y la tienen que escuchar", ha dicho.
“Los convenios provinciales en Huesca no se están negociando en sectores clave como Comercio, Hostelería o Seguros, porque la CEOE se mantiene inamovible”, ha advertido. "Lo que pedimos es que cedan y que piensen en la ciudadanía, que va a ser una mejora para todos los trabajadores, una mejora de condiciones laborales, de conciliación familiar y la productividad va a subir con la bajada de horas”, ha subrayado.
Los portavoces también pusieron el foco en los sectores más afectados, principalmente feminizados y precarios, donde la jornada puede superar las 40 horas semanales. “El peso del no debate y la falta de aprobación recae sobre las clases más vulnerables de nuestro país”, añadió Vegas.
Las concentraciones se han repetido en otras capitales españolas mientras se discuten en el Congreso las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Junts y VOX.