El accidente mortal que se produjo el pasado jueves en la A-23, en el término de Igriés, ha llevado a varios usuarios habituales de esta carretera a manifestar la preocupación por el estado de este tramo de autovía. Según han trasladado, se han producido varios incidentes en esta zona debido al deterioro de esta vía.
El siniestro en el que falleció una vecina de Huesca de 36 años este pasado jueves, tras la colisión frontolateral de dos vehículos, se produjo en una jornada en la que las lluvias estaban siendo muy intensas, y se baraja que pudiera deberse la falta de agarre de los neumáticos a la carretera que produce el efecto aquaplaning.
Una vecina de Huesca que lleva cuatro años realizando este recorrido para acudir a su trabajo en Jaca ha mostrado su “preocupación máxima” por el “deterioro de esta carretera”. Esta vía “la recorren millones de turistas y tiene un deterioro que luego sufrimos los que las usamos todos los días. ¿Los de Huesca somos ciudadanos de segunda para que no se invierta en estas cosas?”, pregunta.
También han explicado a este diario que el año pasado se produjo un accidente por aquaplaning en el tramo de Nueno a Huesca, en el que no hubo heridos, aunque el vehículo quedó destrozado, “siniestro total”, y que han sido varios los incidentes por estas mismas circunstancias.
En redes sociales se ha comentado que el estado del pavimento es “deplorable”, concretando que no drena la lámina de agua, que está desgastado y con deformaciones, haciendo “muy peligrosa” la autovía en este tramo.
Por su parte, el alcalde de Nueno, Domingo Monaj, señala que los vecinos no le han trasladado quejas por el estado de este tramo de autovía hasta Huesca y considera la vía “no está mal”, aunque también ha apuntado que en muchas ocasiones utiliza la vía de servicio.
La A-23 “tiene mucho tráfico y también hay que tener en cuenta que este tramo es el más antiguo de la autovía a Jaca. Estará más desgastado, pero ¿muy desgastado?, no soy el más indicado para responder porque no soy un usuario habitual”, ha apuntado.