Alquez 2021, uno de los vinos más representativos de Sommos Garnacha, se ha alzado con la Medalla de Oro en Mundus Vini 2024 Summer Tasting, que se acumula a otros cuatro reconocimientos este año. Mundus Vini es uno de los certámenes internacionales más reputados del mundo del vino. Este 2024 ha alcanzado su 35ª edición, en la que 250 expertos han evaluado durante seis días en cata a ciegas cientos de muestras de vino de todo el mundo.
“Estamos muy entusiasmados con este nuevo galardón que recibimos para Alquez 2021, porque refuerza nuestro trabajo y compromiso con un territorio donde el clima y la edad del viñedo hacen que la labor no sea fácil”, apunta el enólogo de Sommos, José Javier Echandi. Alquez se compone en un 100% de uva garnacha procedente de diferentes parcelas de Murero (Zaragoza), ubicadas a más de 800 metros de altura sobre suelos con una marcada inclinación. Las cepas viejas de garnacha – con una edad media de 60 años – ofrecen una producción limitada, pero con una personalidad bien definida por las condiciones climáticas extremas.
“Alquez se distingue por ser un tinto con carácter, de gran frescura y elegancia. En nariz dominan las notas de fruta negra fresca, mientras que en boca se muestra estructurado, aunque con gran finura. Es un vino sabroso, carnoso y perfectamente equilibrado”, explica el enólogo.
Esta Medalla de Oro conseguida en Mundus Vini se suma a la recibida en Alemania en agosto en el Berliner Wine Thropy, donde Alquez compitió contra más de 14.000 vinos, y a los 91 puntos obtenidos en la 21ª edición de Decanter World Wine Awards, que contaba con 61 Masters of Wine y 20 Master Sommeliers entre su panel de expertos catadores. Asimismo, Alquez fue premiado con Medalla de Oro en Grenaches du Monde y en los Premios Bacchus 2024 esta primavera.
Sommos Garnacha es una pequeña bodega que se encuentra en el término municipal de Murero (Zaragoza). En esta recóndita localización, la bodega cuenta con unas 100 hectáreas de viñedos en propiedad, situados en laderas de orientación norte-sur, con una superficie de entre una y tres hectáreas. Las cepas tienen edades comprendidas entre 35 y 100 años, aunque en algunas de las parcelas todavía se encuentran vides prefiloxéricas. El clima continental, los saltos térmicos de temperatura entre el día y la noche, y los diferentes tipos de terreno ofrecen unas condiciones ideales para el cultivo de la vid.