Jesús Astrain, director técnico de Bodega Pirineos, ha celebrado el cierre de una vendimia cuya recolección de la uva empezó el 14 de agosto y finalizó el pasado jueves 14 de septiembre. Cuatro semanas y media muy intensas donde las circunstancias climáticas, una vez más, han condicionado el trabajo y la calidad de la uva. La maduración ha llegado simultáneamente a todas las variedades, por ello ha sido más corta que en otras ocasiones. A la vez ha sido intensa porque hemos tenido que entrar casi 200.000 kilos de uva diarios”.
“Después de un comienzo del ciclo vegetativo de la viña muy seco, donde la planta ha sufrido y se ha comportado de forma desigual, hemos recibido unas lluvias intensas que han permitido que no se perdiera la cosecha. Ha sido suficiente para que las cepas criaran sus frutos. Este año ha sido menos caluroso que el año pasado, no obstante, los episodios de calor extremo han reducido mucho el peso de las uvas por deshidratación. La merma ha llegado en variedades como cabernet hasta el 35%. Paralelamente algunos racimos se han quemado con el fuerte sol. A pesar de ello, la calidad tanto aromática como sápida es extraordinaria”.
Afirma que, "para Bodega Pirineos la añada ha sido de gran calidad. Los blancos son excelentes con una gran expresión varietal y niveles muy altos de calidad. Los rosados son muy finos y elegantes y los tintos cuentan con una buena expresión frutal. Son concentrados y con mucho color. Una gran satisfacción respecto al resultado de la vendimia, al haber conseguido alcanzar los objetivos tanto de volumen como de calidad respecto a las expectativas comerciales y de negocio".