Aínsa ha vuelto a ser este domingo foco de atracción con su ancestral Ferieta que aúna tradición, productos artesanos, juventud, ganadería extensiva y agroecología, con una extraordinaria participación de público y de expositores con la climatología aliada para alargar la constante afluencia hasta primeras horas de la tarde.
Ciento cincuenta expositores se han distribuido entre el aparcamiento del Castillo y la Plaza Mayor de la Villa Medieval, con más presencia de ganado y de productores franceses. Embutidos, panadería, repostería, patés, frutas deshidratadas, aceites, productos para mascotas, textil, cosmética natural, antigüedades, libros o bebidas artesanas han sido algunos de los productos a la venta esta mañana, junto a la trufa y sus derivados en la carpa. Como novedad, se han incorporado las Filaderas de la Bal de Chistau ante la curiosidad de los visitantes.
Mermeladas La Marmita y la marca de cosmética natural Vulcanima, de Aínsa-Sobrarbe y Labuerda, se han estrenado en esta edición, al igual que el Consejo de Infancia y Juventud repartiendo carrascas. A partir de las once comenzaban las actividades enfocadas a público infantil (los paseos en poni o el trenzado de cuerdas), mientras que en el foso del Castillo tenía lugar la demostración de perros truferos llegados desde Bellestar, Pueyo de Marguillén, Graus, Valle de Bardají (Biescas), Castejón y Guaso.
“Estamos muy contentos por la gran aceptación que todas las actividades vinculadas a la ganadería han tenido en esta Feria”, destaca Susana Pérez, concejala del ayuntamiento y coordinadora. “Este año hemos querido visibilizar, de manera más especial si cabe, el trabajo que realizan los ganaderos en extensivo en nuestra comarca, y gracias al proyecto 'Sobrarbe Ecocircular' financiado a través del proyecto Erea de la Fundación Aragón Emprende, hemos ofrecido muchas más actividades estos días de feria. Los resultados han sido muy buenos”.
Tras las actividades desde el jueves, este domingo, y dentro de las acciones englobadas en el proyecto 'Sobrarbe Ecocircular', también se han llevado a cabo un taller infantil de origami y el primer concurso popular al Mejor Ejemplar de Ganado. Se han alzado con los diplomas Ganadería Fes de Aínsa en la categoría de vacuno, Siricueta de Morillo de Sampietro en la categoría de ovino y Elena Sesé de Lamiana en la de caprino.
Luis Lascorz, de la Ganadería Fes, criador de raza pirenaica de vacuno y miembro del Comité organizadora, destaca que en esta edición “más que nunca hemos querido reivindicar la soberanía alimentaria como eje vertebrador del territorio y como garantía de salud para las personas. Nos tenemos que concienciar como sociedad de que las pequeñas explotaciones de los pueblos nos vinculan al entorno natural frente a la tendencia globalizadora, así como a un patrimonio ganadero que ha sobrevivido a lo largo de la historia y que debemos proteger”.
Este domingo se han repartido 1.600 raciones de caldo de gallina de Sobrarbe y 500 de guiso de ternera 'Roya Pirenaica'. Unas 6.000 personas han pasado por una Ferieta que ha roto el techo de participación, de venta, de colaboración y de buenas sensaciones.
El colofón lo ponían las asociaciones locales de Cruz Roja, Cáritas, la Asociación Española Contra el Cáncer y el grupo de Mujeres Tejiendo Entre Montañas. Éste último ha sorteado una manta de ganchillo cuyos fondos han sido destinados a la AECC. “La presencia de nuestros vecinos y vecinas a través del voluntariado vuelve a ser fundamental en esta Ferieta” -concluye Pérez- ” seña de identidad de un pueblo vivo y de un evento en el que cabemos todos”.