Las carreteras del entorno de Benabarre, Graus, Binéfar y la Jacetania han sido escenarios de las salidas de tractores para protestar por la situación del campo, ajenas a las organizaciones representativas principales (Asaja, Uaga-Coag y UPA), y han provocado importantes retenciones que han obligado a un intenso trabajo de la Guardia Civil.
La situación ha sido especialmente incómoda en la N-230 de Alfarrás a Benabarre. Poco antes de las siete de la tarde, 90 tractores todavía estaban cerca de la localidad ribagorzana, en Caladrones. Similares circunstancias se han producido en Graus (con imposibilidad de paso para autobuses y coches), Jaca o Binéfar, con kilómetros de retenciones.
Esta semana, se han producido reuiones por separado y juntos de las tres grandes organizaciones de agricultores y ganaderos, Asaja, Uaga-Coag y UPA, que han apostado por la unidad de acción para retomar el calendario de movilizaciones para reclamar un plan de choque que concierna a la Unión Europea, al Gobierno de España y a las comunidades autónomas. Comenzarán por dos concentraciones en Huesca el día 8 de febrero, en Fima de Zaragoza el 13 y el 22 en distintos puntos de Aragón.
Las complejas condiciones y la burocracia de las normativas de la UE, la desregulación del mercado, la impunidad de los productos agrarios de terceros países que genera una competencia desleal y las propias circunstancias de la sequía y otras coyunturales que repercuten en menos ingresos y más gastos han suscitado el malestar en los agricultores y ganaderos, representados por las organizaciones.
En todo caso, las movilizaciones de este viernes han sido propiciadas por agentes ajenos a estas últimas asociaciones, que señalan que se trata de personas "con ideologías extremas e impulsadas por grupos de la izquierda y la derecha radical".
