Ángela Banzas visitó este jueves por primera vez Huesca para presentar su última obra, La sombra de la rosa (Suma, 2023), una novela de suspense que está teniendo una buena acogida entre el público. Banzas mantuvo un encuentro con los lectores en la librería Santos Ochoa, en el que analizó el germen de este nuevo thriller ambientado en Galicia, que tiene como ingredientes un autor maldito, un asesino en serie y una profesora enfrentándose a sus circunstancias vitales, y como resultado, un trabajo que “se están bebiendo” los lectores.
Ángela Banzas (Santiago de Compostela, 1982) publicó en 2021 El silencio de las olas, su primera novela, con gran éxito de ventas, a la que siguió La conjura de la niebla. Su última obra “nada tiene que ver con las dos anteriores”, simplemente que todas están ambientadas en su Galicia natal. “Son todas independientes y autoconclusivas”, explica.
La sombra de la rosa refleja “el lado oscuro, porque la rosa está íntimamente ligada con la literatura, en este caso con los ángeles caídos de la literatura, pero también con las pasiones humanas. La sombra de la rosa posee el lado oscuro de todo eso, tanto de la literatura como también del amor. Así comenzó la idea”, refiere Banzas.
La novela tiene dos líneas temporales, 1910 y 2002. Arranca, como muestra su portada, con niña implorante, descalza, en el tronco hueco de un árbol en la isla de Cortegada. “Ella escucha la matanza del cerdo y hay un crimen atroz, por el que paga en 1910 mi autor maldito, Guillermo de Foz, que es condenado a morir al garrote vil”, avanza la autora.
En los días previos a ser ajusticiado, escribe un cuaderno. “Nuestra protagonista, Antía Fontán, profesora de Literatura en La Sorbona, viajará a Galicia en un momento de especial vulnerabilidad, porque acaba de divorciarse, para estudiar ese cuaderno de un condenado a muerte”, explica Banzas.
“A través de la lectura de ese cuaderno en la que le acompañamos, vamos sabiendo qué pasó en 1910, y entendiendo la forma de ser y de sentir tan peculiar y extraordinariamente sensible que tiene nuestro autor maldito”, agrega.
Al mismo tiempo, se “da de bruces” con un asesino en serie, al que llaman el asesino de la rosa, porque “emula los crímenes que llevaron a cabo autores célebres, también relacionados con el malditismo, que fueron asesinos en la historia de las letras, que le deja bastante desconcertada”.
En la novela, dice la autora, “prima el suspense, la actividad y nos va a ayudar a viajar a una realidad de lo más interesante”.
La obra está enganchando a los lectores, “de hecho se la leen muy deprisa, se podría decir que casi se la están bebiendo”, dice. “Y algo que me enorgullece enormemente que es que este autor maldito de 1910, Guillermo de Foz, es ficticio, pero la gente lo busca en Google porque lo he dotado de tal carnalidad que creen que ha existido”.
Tras su primera novela, le ha llevado a continuar escribiendo “la seguridad y la libertad que me ha dado la respuesta de los lectores y las lectoras, especialmente -dice-. Gracias a los que me han leído y me siguen leyendo yo puedo seguir creando mil historias, y las que vendrán. Mi cabeza, una vez en ebullición, no puede parar”, afirma y ya está dando vueltas a su siguiente trabajo.