Ansó ha vuelto a convertirse este domingo en un museo vivo de la tradición, con más de un centenar de vecinos de todas las edades participaron en la recreación costumbrista que cada último domingo de agosto llena de color, música e historia las calles de la villa pirenaica. La 54ª edición del Día del Traje Ansotano, fiesta declarada de Interés Turístico Nacional, ha congregado a numeroso público que ha podido admirar la riqueza y variedad de un atuendo que se remota a la Edad Media y que hoy es seña de identidad del municipio.
La jornada ha comenzado con la diana floreada y el reparto de migas en la Fuente Alta, el arranque de un día en el que tradición y emoción se encontraban en cada rincón, con la recreación de escenas de la vida tradicional ansotana en calles y plazas. En la plaza Domingo Miral, la alcaldesa de la villa, Blanca Alfonso, ha dado la bienvenida, en la que ha destacado que en esta jornada “Ansó se viste de historia, de memoria, de orgullo y de identidad. Hoy como cada año -ha continuado- celebramos el Día del Traje Ansotano y lo hacemos con verdadera emoción de quien sabe que está honrando algo más que una prenda. Estamos honrando la esencia de nuestro pueblo”.

“Cuando veo a los niños y niñas luciéndolo, pienso en nuestras abuelas, en nuestras madres, en aquellas manos que bordaban con paciencia mientras contaban historias al calor del hogar. Y pienso en los hombres que lo vestían sabiendo que cada botón y cada pliegue hablaba de quiénes somos. Sí, el traje pesa, pero también pesa la responsabilidad de pertenecer a un lugar que ha sabido conservar lo suyo sin quedarse atrás, de ir detrás de los pasos de quienes supieron preservar valores y patrimonio", ha remarcado.
En un discurso, Alfonso ha subrayado la emoción de saber que ahora depende de sus vecinos y vecinas. “Ansó no es un museo, Ansó es un pueblo vivo -ha dicho-, que se adapta y que mira al futuro sin soltar la mano del pasado”. Ha recordado que hoy la localidad cuenta con fibra óptica, placas solares y jóvenes que vuelven con ideas nuevas. "Tenemos proyectos, tenemos retos y tenemos ganas", ha dicho. Pero ha valorado que ya en el pasado Ansó era moderno. "A su manera era valiente, era ingenioso, se adaptaba a lo que venía, viniera en forma de nieve, de guerra, de silencio. Nuestros antepasados no tenían redes sociales, pero sabían comunicarse con una mirada. No tenían GPS, pero sabían llegar a cualquier parte, guiados por las estrellas o por la intuición", ha apuntado la alcaldesa.
“Al vestir el traje no solo rendimos homenaje a lo que fuimos, también afirmamos lo que somos. Somos un pueblo que no se rinde, que celebra con alegría, que trabaja con tesón y se ríe de sí mismo cuando hace falta. Porque sí, nos puede picar la lana, pero nos sobra corazón", ha trasladado.

La alcaldesa a dado las gracias a quienes hacen posible este día, quienes conservan los trajes y enseñan a los más jóvenes su valor, y a quienes organizan cada detalle. "Gracias por mantener viva la llama de Ansó", ha apuntado. Ha dado también la bienvenida a los visitantes que no solo ven trajes. "Hoy veis la esencia de este pueblo, y si os lleváis un pellizco de ella, ya habréis entendido Ansó".
"Seguimos celebrado con música, con risas, con respeto, porque mientras haya alguien que se vista de historia, Ansó seguirá bordando futuro. ¡Viva el traje ansotano, viva nuestra gente y viva Ansó, que hoy late más fuerte que nunca!”, ha finalizado Blanca Alfonso.
Tras el saludo, el Ayuntamiento ha entregado su galardón anual a la Fundación Cocorro, en manos de Joaquín López Marraco. La alcaldesa agradeció la labor de la entidad en su 50 aniversario. "Es increíble todo lo que hace por nuestros mayores, que han conseguido que nuestro ropero esté lleno de trajes antiguos donados desde sus casas. Son los guardianes de nuestro patrimonio y sin ellos el Día del Traje no sería nada”, ha considerado.

Los asistentes han podido contemplar en vivo las prendas de origen medieval, con su diversidad, como el de bautismo, el “periquillo”, el de cofradía, la saya, los trajes de novios o el del alcalde, todos con sus robustas telas, elaborados peinados y minuciosos detalles decorativos.
Posteriormente se ha desfilado hasta la iglesia, donde se ha celebrado una misa cantada por la Coral Ansotana, y la fiesta ha continuado en la Plaza de la Fuente con el tradicional Baile del Alacay.

La programación de la tarde estaba reservada para el espectáculo de jota Sentidos, de la compañía de Roberto Ciria, previsto a las 17.00 horas como broche festivo.
“Actualmente nuestra ropa ya no habla de nosotros, ni de nuestros padres, pero nuestro pasado sigue ahí, como archivo histórico para recordar quiénes somos. La cultura de un pueblo se pierde cuando se olvida, por eso quienes hoy habéis venido a compartir este día con nosotros tenéis una misión: contarlo. Hablad del traje, de la música, del cariño de la gente, de la belleza de esta villa que sigue viva también en invierno. En Ansó siempre tendréis las puertas abiertas”, se ha despedido el Ayuntamiento de los visitantes.