El Metro Festival 2025 de Almudévar llega a su recta final este sábado, 23 de agosto, con una jornada que promete emociones fuertes, después de una noche perfecta con Javier Ojeda y Elefantes.
A las 20:30 abrirá la noche Mercedes Cañas, una de las voces jóvenes más prometedoras del panorama nacional, y a las 23:30 será el turno de Arco, el artista granadino que, tras liderar durante más de una década a El Puchero del Hortelano, lleva casi diez años construyendo una sólida carrera en solitario.
Antonio Arco Puerto (Loja, Granada, 1976), conocido simplemente como Arco, es cantante, guitarrista, compositor, escritor y letrista. No es un desconocido para la provincia de Huesca. En dos ocasiones anteriores ha actuado en la emblemática sala El Veintiuno, dirigida por Luis Costa, que también coordina este festival. “Salí muy contento de conocer a Luis y al equipo de El Veintiuno, que son maravillosos”, recuerda. “Después, volví el año pasado y se agotaron las entradas un montón de tiempo antes. Fue una sorpresa, la verdad. Se verificó eso de que para recoger hay que sembrar. Y este tercer año era la guinda poder actuar en uno de los festivales, a mi parecer, más especiales que tiene Huesca’”.
El granadino elogia con admiración a la sala oscense, que califica como "una de las más importantes del país", como así lo acreditan los numerosos premios que ha recibido. "Ha conseguido algo que es muy difícil: que bandas que están tocando en aforos para miles de personas quieran tocar allí. Yo llevaba años diciéndole a mi mánager: a ver si pillamos hueco allí, porque son sitios icónicos de la música en España, como ocurre con El Náutico de San Vicente, en Galicia".
La propuesta que trae a Almudévar es diferente, cambia el formato acústico por la banda, para ofrecer un concierto eléctrico, en un espacio preparado para que el público pueda bailar. "De todas formas -precisa-, la que se lió en El Veintiuno con una guitarra solo que llevaba".
Acompañado por cuatro músicos, el repertorio recorrerá no solo las canciones más populares de su carrera en solitario, sino también algunos de los himnos de El Puchero del Hortelano. “Lo digo con toda la humildad, pero hicimos cosas bonitas en todo el país, aunque curiosamente nunca fuimos a Huesca. Así que esto es una oportunidad también para toda la gente que le guste El Puchero, que lo siga escuchando, de volver a revivir esos temas que escribí en aquella época y que siguen, en la actualidad, en mi repertorio”.
El público podrá escuchar No faltarán clásicos de su trayectoria en solitario, como el tema que lo catapultó en su primer disco con Warner y que, a pesar de no ser inicialmente un single, se convirtió en un fenómeno en streaming y reproducciones. “Ese tema no puede faltar”, reconoce. Recuerda, además, un momento único en El 21: “En ese tema, por primera vez en mi vida se me rompió la guitarra… y en ese momento la gente siguió levantando. Fue muy bonito. Ahí se me puso el vello de punta porque fue decir: qué bonito aquí en Huesca, la primera vez que lleno aquí y que este tema tenga tanta fuerza”.
Sobre el escenario también sonarán La Hoguera, colaboración con Raíces, versiones muy especiales como La Quiero Morir, y otros éxitos que el público ya ha hecho suyos. “Si echan un vistazo a mi discografía en las plataformas, todo lo que está ahí arriba va a sonar, no porque esté ahí arriba, sino porque en realidad son temas que la gente ya ha hecho suyos. Y cómo no, alguna rareza también y alguna cosita que no está grabada, siempre dejamos”.
Arco no concibe los conciertos acústicos igual que los que ofrece con banda. En formato íntimo, conecta con el público narrando cada tema; con sus músicos, el vínculo surge del sonido y la energía compartida. “He visto que el lugar donde tocamos es muy diferente a nada de lo que he visto hasta ahora. Hay un entorno natural, es un aforo limitado, está Mercedes Cañas, hay food truck con una barrita y me da que se va a montar un ambiente muy bonito. Dejaremos un margen a la improvisación, para ver qué es lo que la noche nos pide”.
UN NUEVO DISCO: "DIEZ"
Antonio Arco ha publicado, hasta la fecha, cuatro discos -Uno, Abril, 100 veces y Sol-, además de un libro, 40 años, 40 canciones -agotado en la versión de papel, pero que se puede leer en edición digital- y que acompañó de otro álbum recopilatorio.
Cada capítulo va dedicado a un tema de su autoría. "La idea surgió en los acústicos que hacíamos en la pandemia, porque me di cuenta de que el público tenía mucho interés por saber de dónde venía cada canción. El libro va de eso, busqué en mi vida el germen y, curiosamente, para algunas tenía que irme hasta mi infancia. En la inmesa mayoría de las ocasiones hablan de lo que he vivido y de lo que siento".
Ahora, se encuentra inmerso en su quinto trabajo, que, según anuncia "en exclusiva" periodística, se va a llamar Diez. Explica que está a caballo entre Granada, Barcelona y Madrid, trabajando con dos productores habituales, Carlos Díaz y Tato Latorre. "Ya hemos presentado cuatro adelantos, y lanzaremos otro par de ellos hasta que salga el disco. Vamos con la tranquilidad que requiere la creatividad, pero a principio de año lo tendremos. Mi primer disco se llamaba Uno, hace diez años de eso, y voy a empezar una gira aniversario en octubre. Así que el nombre era de cajón: Diez”.
Este álbum promete mantener el eclecticismo que caracteriza su estilo e incluirá dos temas acústicos. Además, revela que cuenta con una colaboración muy especial, la de Edu Espín -hijo de Carmen Linares y "un guitarrista maravilloso"-, en el tema "más flamenco" que ha grabado nunca Antonio como Arco. "Eso me gusta porque el tema me lo ha pedido. De hecho, fue una canción que salió así, del tirón, que no tuve que pensarla, salió del corazón y la estamos montando. Estoy disfrutando mucho montarla. Muy, muy flamenca”.
También hay espacio para otras sonoridades, con temas que combinan el duende flamenco con el empuje del rock, y otros con bases más anglosajonas, como el reciente Recuerda. Esa diversidad, admite, está inspirada por artistas como Andrés Calamaro. “Me gustan mucho sus discos porque siempre tienen un tema que no tiene nada que ver con el otro. Pero lo mismo te mete una ranchera, que un tango, que te mete un bolero, y eso me fascina porque son discos que se me hacen muy agradables de escuchar”.
Esa amplitud musical también se refleja en sus hábitos como oyente. “Nos hemos criado con esos remix, ¿no? Y eso sí, donde yo suelo escuchar música, además de la radio, es en las plataformas de streaming. Me hago mis playlist particulares, porque me gusta la diversidad y eso, creo, se refleja en mis discos”.
Cuando acabe la actuación de este sábado, espera dejar en el público oscense “una sonrisa", ni más ni menos. "Sería muy bonito que así ocurriese -continúa-. Llevo muchos años y, cada vez que me subo a un escenario y me pongo a cantar, sonrío y me acuerdo de por qué me dedico a esto: porque en ese momento, soy feliz. Y si logro que esa felicidad que yo siento se transmita un poquito a las personas que vienen a verme, con eso me doy por pagado”.