Almudévar vivió este viernes, 5 de septiembre, una tarde histórica con el Festival de Jotas organizado por la Asociación Folklórica y Cultural d’Almudévar, en el pórtico de las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Corona. La plaza, abarrotada de público entregado y entusiasta, se convirtió en un escenario vivo donde la tradición, la música y la emoción se fundieron en un espectáculo que recibió ovaciones desbordantes.
La gala, presentada con maestría por Mari Luz Ciprés, comenzó con un saludo a vecinos y visitantes, recordando que, aunque la asociación aún no cumple un año de vida, ya ha sabido consolidar un proyecto tejido con ilusión, trabajo y compromiso. Desde el primer instante, los aplausos fueron también un homenaje a los antecesores que preservaron el folclore local y a todos los intérpretes que mantienen hoy viva la jota.
El festival se estructuró en bloques que alternaron canto y baile, comenzando con el grupo completo interpretando Va delante de su madre, pieza que evocó la memoria de Imperio Argentina en la película Nobleza baturra (1935).
Acto seguido, las hermanas Lucía y Esther Martínez pusieron voz a nuevas emociones antes de que la jota de San Lorenzo, creada por Sara Villacampa en los años cuarenta, desplegara su fuerza y alegría como emblema oscense.
Las voces y los bailes se fueron entrelazando en un recorrido por la riqueza de la jota, con actuaciones de Ara Encontra, Manuel Piracés y Lucía Ramón, coronadas por un dúo de Ara y Lucía.
El baile regresó con la Jota de Aguas, homenaje de Carmelo Betoré a su pueblo natal, seguida del pasodoble El guitarrico interpretado por Alejandro Escuer e Irene Sanagustín, y del Canto de Aragón de José Luis Urbén, en la voz de Andrea Mora.
El ambiente popular se reavivó con la Jota vieja, que recordó los bailes improvisados en las plazas de antaño. En el apartado de canto, Patricia Ibort, Irene Sanagustín y Cristina Piedrafita ofrecieron sus interpretaciones antes de dar paso a la Jota del tá y el té, compuesta por Gaztambide en Los caballeros de la tortuga, con coreografía de José Miguel Pamplona.
El último bloque de canto tuvo como protagonistas a Ana Pérez y Alejandro Escuer, mientras que Virginia Piracés emocionó al público con la copla “Si vas a Calatayud”, perteneciente a La Dolores.
Inés Martínez cerró esta sección con Las cerezas. El reconocimiento fue también para la rondalla, cuya música se erigió como el pilar indispensable del espectáculo.
La despedida del cuerpo de baile llegó con la zarzuela Gigantes y cabezudos, ambientada en las fiestas del Pilar de 1898, que puso el broche final a una velada vibrante. Los aplausos se extendieron a los profesores que han hecho posible la cita: Inés Martínez (canto), Lorién Mena (baile) y Guillermo Planas (rondalla) y Alfonso Lavilla (púas).
Uno de los momentos más solemnes fue el homenaje a Javier Abad, Irene Sanagustín y Alejandro Escuer, recientemente nombrados académicos de honor 2025 de la Academia de la Jota Aragonesa por su aportación al mundo del folclore. En la foto conmemorativa no faltaron la alcaldesa de Almudévar, Sofía Avellanas, y el concejal de cultura, Fernando Martínez, cuya presencia reforzó la dimensión institucional del acto.

La asociación quiso subrayar su profunda gratitud al Ayuntamiento de Almudévar y, en especial, al concejal de cultura Fernando Martínez, por el apoyo constante que hace posible la continuidad de este proyecto. El público, que llenó por completo la plaza, respondió con una intensidad de aplausos que desbordó cualquier expectativa y confirmó el éxito de la gala.
El cierre estuvo marcado por la invitación a unirse a la asociación y a colaborar en su lotería de Navidad, gesto que busca fortalecer el futuro de la entidad. La despedida, entre rondaderas y saludos, se selló con un grito colectivo que resumió el espíritu de la noche: “¡Viva el folclore y viva la Virgen de la Corona!”.