Candil Teatro revive el humor absurdo de Jardiel Poncela y da una lección de superación y compromiso

El elenco supo superar algunas adversidades y ha llevado a cabo un gran trabajo en equipo

Mercedes Manterola y Myriam Martínez
16 de Junio de 2025
Guardar
Candil Teatro en la Muestra Joven 2025 de Huesca. Foto Myriam Martínez
Candil Teatro en la Muestra Joven 2025 de Huesca. Foto Myriam Martínez

El telón se alzó este domingo para recibir una nueva propuesta de Candil Teatro, que volvió a demostrar que la pasión por las tablas puede superar cualquier obstáculo. En esta ocasión, el grupo escenificó El cadáver del señor García, una comedia de enredos firmada por Enrique Jardiel Poncela, adaptada por Manuel Puertas y dirigida con visible dedicación por Misael Hernández.

La obra, una deliciosa pieza de humor absurdo, arranca con un brindis por el compromiso de Hortensia y Abelardo. Todo parece ir bien... hasta que un cadáver aparece repentinamente en el sofá. A partir de ahí, se despliega una cascada de situaciones inverosímiles, visitas inesperadas y malentendidos que el público celebró con carcajadas constantes.

El reparto, compuesto por María José Galindo, Ulises Fraga, Begoña Fuster, Mar Pérez, Carmen Ripoll, Víctor Escario, Visi Cabrero, Rosa Rodríguez, Mercedes Sus, Miguel Ángel González y Álvaro Pérez, ofreció un trabajo coral que, pese a algunos titubeos propios de un estreno, mantuvo el ritmo vertiginoso que exige el texto.

 “Ha sido una experiencia bonita -confiesa el director-, porque convivían actores con mucha experiencia con otros que estaban dando sus primeros pasos. Y, aunque hubo dudas y miedos, todos han sabido crecer, asumir el reto y sacar la función adelante”.

La fuerza de esta representación no solo estuvo en el humor del guion, sino en el proceso humano que lo sostuvo. El director Misael Hernández explica lo que no se ve desde la butaca. A solo dos meses y medio del estreno, una de las actrices fue trasladada por trabajo a Girona, lo que obligó a redistribuir personajes. Poco después, durante Semana Santa, la intérprete del personaje de la forense sufrió una caída y se fracturó la cadera, lo que supuso una nueva baja crítica. Ante estas dificultades, varios integrantes del elenco asumieron el desafío de aprender en tiempo récord los papeles de sus compañeros, demostrando un compromiso admirable y un espíritu de equipo que fue clave para sacar adelante la obra.

El director destaca también algo fundamental del teatro en vivo: la capacidad de resolver sobre la marcha. “De algunos fallos no se entera el público, se lo decía a ellos, porque el público no se sabe la obra. Lo importante es que, si hay un error, sepan solucionarlo en escena, que no se queden enredados ni atascados. Y eso también es parte del aprendizaje, como cuando un compañero te echa una mano sin que se note. Eso también es teatro”.

Hernández valora especialmente el ritmo conseguido, pese a la complejidad del montaje. “No es una obra donde entra un personaje, dice su texto y se va. Aquí hay momentos con hasta 12 personas en escena, todos hablando, todos en movimiento. Eso es un reto, pero un reto que ellos asumieron con ganas y que, si lo disfrutan ellos y aprenden, el público también lo disfruta. Y de eso se trata”.

La obra, de múltiples personajes y diálogos rápidos y escalonados, requería una atención milimétrica que, aunque no siempre fue perfecta, sí resultó eficaz y entretenida. Y el público respondió con generosidad. Las risas fluyeron con naturalidad, y la atención se mantuvo durante toda la representación.

Fue ese aplauso cálido y prolongado del final el que selló el verdadero triunfo: el de un grupo que, a pesar de todas las adversidades, eligió seguir adelante, asumir responsabilidades y demostrar que el teatro, cuando se hace con corazón, siempre encuentra su camino. Candil Teatro hizo brillar su llama.

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante