De un exilio a otro, de Claude Llena, constituye un viaje íntimo y generacional que conecta historias de migración a través del tiempo. El libro narra cómo los exilios de sus abuelos paternos en el siglo XX y el de un joven senegalés en el siglo XXI revelan patrones recurrentes de desplazamiento, rechazo y búsqueda de un lugar en el mundo, mientras invita a reflexionar sobre la memoria, la justicia social y la necesidad de imaginar otros futuros posibles.
Llena ha presentado este título en la Biblioteca Ramón J. Sender de Huesca, acompañada por la directora de este espacio, Arantza Añaños, en un acto celebrado esta semana, en el que compartió la historia íntima de su familia. Le siguió la actuación del humorista Daniel Villanova.
Su abuela, Pascuala Abadías, nació en Sesa, mientras que su abuelo, Antonio Llena, vio la luz en Benabarre. No se conocían cuando ambos emprendieron el mismo destino: salir de España rumbo a Francia. La mujer cruzó la frontera en 1916, siendo apenas una niña de ocho años, acompañada de su madre y sus hermanas, después de que su padre lo hubiera perdido todo a las cartas. Fue una huida clandestina, "sin papeles ni nada", y se instalaron en una zona vinícola.

El exilio de Antonio llegaría unos años después. Nacido en 1904, abandonó España en 1921, a los 17 años, también atravesando el puerto de Viella. El destino quiso que ambos coincidieran en la misma comarca gala. Allí, en el Centro de la colonia española de Béziers, un espacio de encuentro, solidaridad y celebraciones, finalmente se conocieron.
La marcha de Antonio, recordó Llena, tuvo dos motivos esenciales: “Era el cuarto de cinco hermanos y no tenía derecho a la tierra” y, además, “era antimilitarista, no quería ir a una guerra que no era suya ni defender a los colonos en el norte de África”. Esa doble razón de supervivencia y conciencia política lo llevó al exilio.
Con ese “material humano” de su familia, Claude Llena buscó cómo articular un relato que fuera más allá de la historia. Y lo halló en el encuentro con Boubacar, un joven senegalés que llegó a Francia en 2021, un siglo después que Antonio y Pascuala. “Lo conocí porque era el novio de una de mis antiguas estudiantes”, contó el autor. Fue en Montpellier, donde él impartía clases de sociología y donde Boubacar trabaja actualmente arreglando y vendiendo bicicletas.
La comparación entre ambos exilios revela ecos persistentes. “Las similitudes son muchas: los dos conocieron el rechazo”, explicó Llena. Su abuelo fue señalado porque los españoles “venían a Francia a quitar el pan a los franceses”, y Boubacar ha sufrido prejuicios similares en su vida cotidiana. También compartieron la burocracia de la extranjería: “Mi abuelo tenía tarjeta de extranjero y Boubacar también, con los mismos sellos”.

Para el autor, lo más inquietante es la repetición de patrones. “Se enseña la historia del poder, no la de la emancipación de los pueblos”, advirtió. Y añadió: “La crisis actual es una crisis de imaginación. La gente no se imagina otro mundo que el que tenemos, pero este mundo ya está acabado”.
La solución, según Llena, pasa por reconstruir una conciencia política y de clase y por el coraje de quienes gobiernan para abrir caminos igualitarios. “No por estar en un momento complicado debemos abandonar la lucha y la reivindicación de los pueblos sometidos”, subrayó.
A pesar de la dureza del tema, Llena mantiene el optimismo pedagógico: “Siempre soy un 'profe', y un 'profe' tiene que ser positivo; no puede explicar a la nueva generación que todo está perdido”.
Antonio, carpintero en Francia, murió de un infarto a los 64 años, tras ver frustrado el sueño de consolidar su taller por culpa de clientes que nunca le pagaron. Pascuala, en cambio, vivió hasta los 94, tras toda una vida de trabajo y sumisión a las autoridades de su tiempo, pero “muy linda y siempre muy alegre de vivir la vida que había vivido”.
“Hoy es un homenaje para ella principalmente”, concluyó el autor, antes de confesar que vive en Montpellier, aunque su corazón también late con fuerza entre las montañas y los pueblos de Aragón.
De un exilio a otro cumple ya un año y que, tras ser escrita en francés y traducida al español, forma parte de una gira titulada “De vuelta”, que Llena comparte con el actor y humorista Daniel Villanova. Esta iniciativa simboliza el viaje inverso al que realizaron los abuelos de ambos: “Ellos salieron de España hacia Francia, y nosotros volvemos desde Francia a España”, explica el escritor. La gira terminará en Almería el 3 de octubre y recorrerá distintas ciudades españolas con el propósito de cerrar ese círculo de la memoria y, al mismo tiempo, “despertar conciencias e imaginación, porque otro mundo es posible”.
Tras la reflexión y la emoción que dejó la intervención de Claude Llena, la tarde cambió de tono con la actuación de Daniel Villanova, que subió al escenario con su espectáculo El Franchute. Su humor, cargado de ironía y guiños a la vida cotidiana, arrancó carcajadas entre el público y sirvió de contrapunto ligero después de la intensidad de la memoria del exilio.