A lo largo de dos jornadas se está celebrando en Huesca un encuentro profesional de ilustradores, dentro de la programación de la tercera edición de la Compañía Ilustrada, que tiene el foco puesto en el libro infantil y, como principales protagonistas, las bibliotecarias de la provincia.
Cómo se hacen y cómo se leen los libros es la idea sobre la que se basa este foro, que está generando interesantes intercambios de conocimientos.
El director de la Compañía Ilustrada, Carlos Grassa Toro, ha recordado que la primera edición de esta iniciativa cultural, que se trabajó durante la pandemia en condiciones difíciles, culminó con la inauguración de la exposición Ir a la casa. La segunda, el año pasado, fue Animales de libro, y versaba sobre volúmenes que tenían estos seres vivos como protagonista, incluida La metamorfosis.
Este año, se ha elegido el lema Infancias de libro, porque el mundo de la ilustración esta muy ligado a los niños y las niñas, pero no se trata de títulos para ellos, porque el programa es para adultos, sino de obras en las que fueron protagonistas, novelas que recorren el siglo XX y "dan idea de los imaginarios que ha tenido la sociedad" sobre lo que ha sido ese periodo de la vida.
El diputado de Cultura, Carlos Sampériz, se ha referido a las bibliotecarias como "las grandes agitadoras culturales de la provincia", por lo que ha recalcado la importancia que tienen estos talleres, para darles la posibilidad de conocer y acceder a los libros que se abordan en estas dos jornadas y de participar en los talleres.
Las actividades se han repartido en dos sedes. Por la mañana se han celebrado dos talleres las naves de la DPH, con Pep Carrió y María Pascual de la Latorre y 40 profesionales, el cupo máximo de asistentes establecido, que se cubrió en las 48 primeras horas del periodo de inscripción. Carrió y De la Torre han desvelado su manera de trabajar.
Entre los asistentes se encontraba toda la Junta Directiva de la Asociación de Ilustradores de Valencia y gente procedente de Huesca, Madrid, Barbastro, Zaragoza. Por otro lado, en la sede de la DPH, las bibiotecarias, consideradas por Grassa Toro "el pilar del programa", venidas de diversas comarcas altoaragonesas, han celebrado un encuentro con Ana Bustelo, Juan Palomino, Natalia Golpe y Miguel Pang.
Por la tarde se han repetido las ponencias y se ha abierto la participación a la Escuela de Arte, y este sábado continuarán las jornadas de esta tercera edición de la Compañía Ilustrada.
Grassa Toro ha observado que muchas bibliotecarias, por lejanía, o por ser núcleos muy pequeños, tienen acceso a pocas actividades y recursos presenciales, pero este programa les permite tener un contacto directo con las personas que han creado las imágenes y van a descubrir cómo ha sido el proceso.
Juan Palomino, originario de la México DF, se distingue por sus profundas reflexiones sobre el proceso de lectura e ilustración de los libros que cuidadosamente elige. Sus ponencias son un testimonio elocuente de cómo la conjunción de palabras e imágenes se convierte en una experiencia expresiva, marcada por particularidades y un lenguaje propio.
Palomino aborda el desafío de ilustrar para niños y señala que los adultos, inmersos en sus hábitos arraigados, imponen a la lectura sus expectativas preconcebidas sobre las imágenes. Él sostiene que la comunicación con los niños se facilita de manera significativa, ya que existe una vía más directa, menos afectada por los prejuicios acumulados.
En el contexto actual, el conferenciante subraya la elevada responsabilidad que recae sobre los ilustradores y todos aquellos involucrados en la literatura infantil ilustrada. Este es un momento saturado de imágenes, donde la comunicación se entrelaza, y destaca el meme como una representación simbólica de esta era.
Enfatiza sobre la potencia inherente a la combinación de imagen y texto, pero también alerta sobre los riesgos asociados. En este panorama, la necesidad de educar en la lectura de imágenes y de fomentar una creación que trascienda la inmediatez de una publicación en redes sociales.
Palomino aboga por una lectura más pausada, que invite a detenerse y reflexionar, desafiando la rapidez característica de la era digital.
Ana Bustelo, oriunda de Madrid, se dedica a la ilustración desde 2007. Su arraigada afición por la lectura, cultivada a lo largo del tiempo en estrecha relación con las bibliotecas, ha resultado en una conexión profunda con el mundo literario. La oportunidad de entablar un diálogo con aquellos que han ejercido una notable influencia en su elección de lecturas le parece, en palabras suyas, verdaderamente maravillosa.
Experimenta gran satisfacción al poder compartir su perspectiva sobre la lectura de imágenes y las exposiciones de sus ilustraciones representan, para ella, un regalo adicional. Da vida a imágenes poco convencionales enmarcadas en un entorno rural generan un contraste potente. Valora la posibilidad de que la cultura llegue a todos los rincones, que escape de la centralización, y encuentra gratificante contribuir a esta apertura.
HABRÁ CUARTA EDICIÓN
Grassa Toro ha anunciado que habrá cuarta edición, Pueblos de Libro. La nueva cita se centrará en novelas ambientadas en entornos rurales, que han sido cruciales para el desarrollo de las tramas. La experiencia se iniciará con obras de Emilia Pardo Bazán y culminará con una novela publicada el año pasado. La próxima edición estará enfocada en el siglo XX español, europeo y latinoamericano, y promete una propuesta enriquecedora y diversa.