Con Gusto de Adolfo Cajal, el nexo de unión entre lo que comemos, la salud y el placer

Concurrida presentación en la Diputación dirigida por José Miguel Martínez Urtasun y la participación de Alberto Sabio y Carmelo Bosque

28 de Noviembre de 2023
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Presentación de Con Gusto de Adolfo Cajal Marzal

"Con Gusto. Apuntes de nutrición y gastronomía saludable desde el Alto Aragón" es el título del libro de Adolfo Cajal en el que combina la nutrición saludable, la tradición coquinaria y el placer, presentado esta tarde de martes en un concurrido salón de actos de la Diputación Provincial de Huesca. Algo más que un recetario con 111 formulaciones, incluso que un prontuario de productos altoaragoneses o que una enumeración de recomendaciones para la salud.

La primera obra del médico y gastrónomo oscense ha sido saludada por el director científico del Instituto de Estudios Altoaragoneses, Alberto Sabio, por sus "recetas honradas", "sin pompa", que no renuncia a la perspectiva histórica y crítica y además expone cómo hacer frente a la industria de la alimentación con recetas saludables. Una transmisión de la cultura gastronómica que lo mismo trata de la gastronomía de los restaurantes que de la tercera edad, con 111 recetas y 138 productos que son una buena muestra, ha afirmado, de las 500.000 especies de plantas en el mundo de las que 300.000 son comestibles.

También se ha sumado a las felicitaciones el presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo, Carmelo Bosque, que ha alabado la forma en la que Adolfo Cajal dirige los desayunos saludables en el Centro de Innovación Gastronómica de Aragón en Walqa. "Adolfo respira cocina y lo demuestra en el título del libro, Con Gusto. El gusto es la combinación de sabores, la memoria gustativa, lo que te enseña lo bueno de la vida que es comer".

Un coloquio con el reputado crítico gastronómico José Miguel Martínez Urtasun ha revelado "la generosidad y honradez que demuestra Adolfo ya por el simple hecho de citar a los autores, que ahora es algo poco habitual". Martínez Urtasun ha dirigido el diálogo extrayendo lo mejor de la nueva obra de Adolfo Cajal.

El autor, que se ha declarado abrumado por la gran afluencia de público, ha contextualizado la base de la obra que comenzó hace 27 años en Radio Huesca con el programa La Cocina Inteligente con Luis Laiglesia, autor del prólogo, prosiguió con otro programa con Nuria Garcés y tiene una gran parte de su volumen fundamentado en la sección "Sano y Sabroso" dentro del Ecos del Alto Aragón coordinado por Myriam Martínez del diario dirigido entonces por Javier García Antón, diez años hasta 2022 en que el doctor cesó en su colaboración.

El empuje definitivo hacia la edición de Adolfo Cajal es curioso. "El libro que me dio la pauta fue El Infinito en un Junco de Irene Vallejo". Esa inspiración le hizo presentarlo al Instituto de Estudios Altoaragoneses y el resultado es "un diseño impresionante" y una obra en la que su familia ha ayudado mucho para establecer el contexto. "Estima que el libro tiene mucho sentido  En 27 años, la nutrición saludable ha cambiado, y de hecho ha rememorado los tiempos de estigmatización del aceite de oliva en beneficio del de maíz por intereses comerciales estadounidenses. "Hay que documentarse". Ha resumido la obra en tres pilares: "Ser conscientes de qué comemos, que sea saludable y que nos guste".

José Miguel Martínez Urtasun y Adolfo Cajal han enumerado las tres partes del libro. La primera, las bases para una alimentación saludable, "consejos de un viejo médico que además cocina". Segundo, un buen número de alimentos, nada menos que 138 con los que hacer "maravillas". Y, tercero, el más divertido, 111 recetas fáciles con productos reconocibles. "Ha sido un número aleatorio en el que hay desde las migas que hacía mi padre hasta platos de diario o de fiesta". 

Adolfo Cajal ha invitado "a los niños a que ayuden, a los hombres a que aprendan y a todo el mundo a que practique la cocina", y ha rendido tributo, a instancias de Martínez Urtasun, para reconocer dos coquinarias que le seducen especialmente, la mexicana por sus lazos familiares, y la japonesa porque es la simplicidad y el gusto que da mucho sabor.

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