"Oh, rey de las naciones y deseado de los pueblos, piedra angular de la Iglesia, que haces en dos pueblos uno solo, ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra". 22 de diciembre, Antífona del Rey, O Rex, dentro de las antífonas de Adviento que significan la esperanza ante el inminente parto que alumbrará al Mesías. Nuestra Señora de la O venerada en la Basílica de San Lorenzo por los feligreses y las voces de la Coral Diego de Pontac, concierto organizado por la Cofradía de San Lorenzo.
El gregoriano de la Antífona del Día 22 abre el concierto del grupo que dirige Mariángel Leo Martín. Se avecina un tiempo de conmemoración porque, no en vano, se cumplen en 2024 los 370 años de la muerte del que fuera Maestro de Capilla de grandes catedrales españolas (Salamanca, Santiago, Valencia, Zaragoza, Granada), que nació en Huesca en 1602 procedente de una familia de Loarre.
Diego de Pontac hubiera sentido alborozo al escuchar la "Albada del nacimiento" de Ana Abarca de Bolea con música de Blas Coscollar: "Todos el pie le besemos, /que es nuestro Dios y Señor, /pidiendo faga pesebre del cristiano corazón".
Y el concierto prosigue por clásiccos con Alta Trinitá Beata de Laudario di Cortona, O quam amabilis de Palestrina, Ave vera virginitas de Josquin des Prés y el Benedicat vobis de Haendel. Transcurren las interpretaciones entre el respeto de la feligresía que llena la nave central de la Basílica. Dos Ave María, de Julio Domínguez y el organista cheso Luis Pedro Bráviz, para transitar a Mozart y su "¡Oh, qué precioso niño!"
El repertorio se adentra en los villancicos con el alemán El Abeto, para pasar al Puer natus est nobis de Javier Busto y el más laureado y vendido (en la versión de Bill Crosby, explica Mariángel Leo), el Navidades Blancas de irving Berlín. En el portal de Belén suena el villancico popular cordobés, ¡María, María, ven acá corriendo!, y luego el Chiquirriquitín.
Una preciosidad el Hark! The herald angels sing inspirado en Mendelssohn y popularizado por Arm D. Wilcocks, que da pie a La Estrella de Oriente de Sandoval y el Concierto de Nuestra Señora de la O (O sapientia, O Adonai, O Radix, O Clavis, O Oriens, O Rex, O Emmanuel) cierra una velada hermosa con las voces de la Coral Diego de Pontac con Cantate Domino de Jenkins. Es hora del aplauso sentido pleno de gratitud por el reencuentro con la fe, el amor y la belleza. Feliz Navidad.