Contra el escarabajo de la patata en 1843

Memoria de otro tiempo: la Jefatura Agronómica repartió gratuitamente entre los cultivadores, además de los arseniatos de plomo y cal, un insecticida llamado Verde de París

Cronista de la Comarca de La Hoya de Huesca. Académico de la Real de San Luis
15 de Octubre de 2023
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Sulfatadora Marujin, contra el escarabajo de la patata en 1843
Sulfatadora Marujin, contra el escarabajo de la patata en 1843

El escarabajo de la patata o doritora (Leptinotarsadecemilineata), comúnmente conocido como (cuco de la patata) es un coleóptero de la familia de los crisomélidos de amplia distribución mundial, originario de Norteamérica que  había penetrado en España en 1935 y se alimentaba del tejido foliar de la patata, como igualmente pueden alimentarse del tomate y la berenjena, dándose la circunstancia de que se suelen dar tres o más generaciones en un año y los adultos vivir de uno a dos años, pues se entierran al final del verano para pasar el invierno en diapausa. No es de extrañar que dadas las características del campo en los años cuarenta y más concretamente las condiciones favorables para su desarrollo que concurrieron en el año 1943, la jefatura Agronómica de Huesca, en la primera quincena de abril, dictara unas normas para la “campaña contra el Escarabajo de la Patata”, mediante las cuales ponía en conocimiento de todos los alcaldes de la provincia, el extraordinario peligro que para el cultivo de estos tubérculos suponía, poniendo una serie de instrucciones para combatir la plaga y como los Ayuntamientos deberían ejercer la vigilancia de los cultivos complementaria de la del propio agricultor, comunicando urgentemente a la Jefatura de Agricultura cualquier novedad.

Esarabajo de la patata
Esarabajo de la patata

Por las Alcaldias respectivas se deberían nombrar veedores locales, quienes participarían en la vigilancia del “patatal”. Quedaba prohibido simultanear en una misma parcela el cultivo de la patata y otra planta. Era obligatoria la recogida a mano de los insectos y sus puestas, en una operación que correspondía al propio agricultor. En las localidades donde los cultivadores no pudieran agotar por sus propios medios la labor de recogida de insectos, se debería anunciar por el ayuntamiento la recogida remunerada para todo el que deseara dedicarse a ello, llegado el caso y previo anuncio, debería pagar el Ayuntamiento a los recogedores voluntarios un céntimo de peseta por cada hoja con puestas de huevos y cinco pesetas por kilo de insectos adultos. Tras la recogida de adultos, se debería hacer en las parcelas afectadas, el tratamiento con productos arsenicales azufrados para combatir la plaga, productos que estaban disponibles en la jefatura Agronómica y serían entregados como auxilio a las zonas que fueron afectadas en 1941 y 1942, y para el resto, no se precisaba peticiones por parte de los Ayuntamientos, pues los productos serían repartidos.

Se publicaron las composiciones o mezclas que deberían hacerse según los productos para llevar a cabo la fumigación efectiva, a la vez que se dispuso, que aparte de los aparatos pulverizadores de la Jefatura Agronómica que tenían en los Ayuntamientos y particulares y de los que se enviarían, todos los alcaldes tenían que arbitrar los medios necesarios para la adquisición de una o más máquinas, según la importancia del cultivo de la patata en su término municipal.

Terminada la campaña de verano y antes de comenzar la del próximo año se hacían necesarias la revisión, reparación y limpieza de todas las máquinas que habían intervenido en el combate contra el “cuco de la patata”, por lo que la Jefatura Agronómica de Huesca hacía un llamamiento al objeto de que le fueran devueltas todas las máquinas en poder de Ayuntamientos, entidades y particulares, resaltando la importancia que para todos tenía el cumplimiento exacto de las normas, para así poder articular incluso de mejor forma, el tratamiento para el próximo año, a tal efecto, se disponía que: todos lo pulverizadores del Servicio deberían estar en almacén de C/ padre Huesca nº 10 , antes del día 1º de diciembre. Que deberían ser objeto de esta devolución tanto los aparatos prestados este año como el anterior. Deberían ser devueltos todos los aparatos tanto si estaban en buen estado, como si estaban averiados, y aun aquellos que hubieran perdido piezas importantes, pues la Jefatura Agronómica no reclamaría ninguna cantidad por desperfectos en las máquinas o pulverizadores  por su uso.

Una campaña en la cual, la Jefatura Agronómica repartió gratuitamente entre los cultivadores, además de los arseniatos de plomo y cal, un insecticida llamado Verde de Paris que actuó estupendamente, a juicio de los labradores.

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