Parecía difícil superar la emoción que había causado en el público oscense la primera producción teatral propia de Diversario, “Normal”, pero la realidad es que “El viaje” lo ha conseguido. La expectación se ha transformado en ovación: de nuevo se ha colgado el cartel de “completo” en el Teatro Olimpia, donde los asistentes han vivido una experiencia teatral intensa y, por momentos, profundamente divertida.
Este nuevo espectáculo, resultado del Taller de Artes Escénicas de Diversario, ha sido dirigido por un inigualable Alfonso Palomares, quien ha vuelto a demostrar que su implicación va más allá del oficio: director, actor, guionista… y también una suerte de guía emocional para su elenco, con quienes ha compartido mucho más que un proceso de ensayos.
“El viaje” ha sido una propuesta escénica de Cadis Huesca dentro del Festival Diversario. Con una duración de 60 minutos, la obra ha explorado temas esenciales como el movimiento, la migración, la desigualdad de oportunidades y la dimensión poética y absurda del hecho de viajar. Y todo ello sin perder el humor ni el pulso humano que caracteriza al proyecto.
"Todo está en movimiento y nosotros no somos una excepción", dice su sinopsis. Y eso mismo se ha visto sobre el escenario: un continuo desplazamiento de emociones, escenas coralmente construidas, juegos escénicos y fragmentos musicales que han dibujado un mapa vital, tanto individual como colectivo.
Palomares nos lo explicaba al finalizar el espectáculo. “Cuando hicimos ‘Normal’, no nos conocíamos. Fue una edición con mucha premura, pospandemia, con soluciones más sencillas. Esta vez hemos tenido más tiempo y confianza mutua. Era el momento de subir la apuesta”.
Y lo han hecho. “El viaje” ha incluido escenas cargadas de simbolismo, como la persecución fronteriza en la que Luis, rodeado de policías, termina por hacer que todos se rindan ante él. También ha habido espacio para lo inesperado: Alfonso ha cantado en escena, ha dado un giro cómico a momentos de transición y ha aportado su sello inconfundible.
“Siempre procuro que todo el mundo tenga su momento, su responsabilidad, y que nadie se quede sin un reto ni se enfrente a uno imposible”, ha dicho también el director, dejando claro que este espectáculo ha sido un trabajo de equipo pensado con sensibilidad para cada miembro del elenco.
El público, por su parte, ha respondido con calidez y emoción, demostrando que el teatro inclusivo, cuando nace del respeto, el talento y la verdad, toca profundamente.
“El viaje” nos ha recordado a todos lo importante que es el camino, disfrutar de él y de la gente que nos vamos encontrando.