La capital oscense se ha convertido este sábado en punto de encuentro del folclore nacional con la celebración de las bodas de plata del Festival Castillo de Montearagón, que ha subido a las tablas a la agrupación anfitriona, Estirpe de Aragonia, y dos formaciones invitadas: los riojanos Ojaluna y la Agrupación Folclórica Señora de la Sierra de Ciudad Real. Numerosos oscenses les han acompañado por el centro de la ciudad y han llenado la plaza López Allué.
Pasadas las 12:00 horas, autoridades locales, encabezadas por la concejala de fiestas, Nuria Mur, han ofrecido una recepción oficial en el Ayuntamiento de Huesca. En el acto han participado también los concejales José Miguel Veintemilla, Fernando Sarasa y Roberto Cacho, además de miembros de la Asociación Amigos del Castillo de Montearagón, Antonio Turmo y Juan Carrero. Durante la recepción se ha realizado el tradicional intercambio de obsequios, entre los que había vino de la tierra, dulces típicos, cuadros de la fortaleza que da nombre al festival y esculturas de las pajaritas de Ramón Acín. Posteriormente, los invitados han disfrutado de una visita guiada por la ciudad y una comida comunitaria.

El festival ha arrancado a las 19:30 horas con un pasacalles que ha partido desde un punto próximo a la Plaza Inmaculada y ha recorrido el Coso Alto, Coso Bajo, calle Ramiro el Monje y Plaza San Pedro, para concluir en la Plaza Luis López Allué.
En este itinerario, los tres grupos folclóricos han realizado breves paradas para ofrecer muestras de su trabajo. Mientras Villarrubia y Estirpe han interpretado bailes tradicionales, Ojaluna ha centrado su exhibición en la percusión y la voz, que definen su estilo musical.

Rafael Puy, de Ojaluna, ha explicado que se caracterizan por interpretar música tradicional que recorre desde La Rioja hasta Castilla y León y Extremadura, basada en la ruta de la trashumancia. Su objetivo es reflejar cómo se llevaba a cabo antiguamente esta expresión artística, usando instrumentos caseros como sartenes, cucharas y panderos fabricados por ellos mismos. "Queremos transmitir esa autenticidad y espontaneidad", ha señalado.
Entre sus piezas han destacado títulos como “La zorra” (de Peñaparda, Salamanca) y canciones típicas riojanas, mostrando la riqueza del repertorio regional.

La Agrupación Folclórica Señora de la Sierra, con más de setenta años de trayectoria, ha presentado a unos treinta integrantes entre músicos, cantantes y bailarines que han ofrecido un amplio repertorio manchego. Encarni Labrador, vicepresidenta del grupo, ha subrayado que su intención era dar a conocer la variedad del folclore de La Mancha, con jotas, fandangos y seguidillas que reflejan la identidad cultural.
Su actuación ha incluido piezas como la Jota Rabiosa de Tomelloso, el Fandango de Argamasilla de Calatrava, el Fandango de Villarrubia, la Jota del Cordón y varias seguidillas provenientes de Villarrubia de los Ojos y Puertollano.
La jornada ha culminado con la actuación de Estirpe de Aragonia, que ha presentado un espectáculo cargado de elementos característicos de su estilo. El cuadro de baile h ainterpretado Corona de Aragón, seguido por el dúo María Caudevilla y Silvia Abad con El canario, Andrea Mora con Canto de Aragón y Javier Avad con El Divo.
En el apartado vocal, Julia Barlés ha cantado Lo que nuestra jota vale, Oscar Bernet ha interpretado Campanero, mientras que el dúo formado por Clara y Lorenzo han ofrecido Ya pueden los oliveros y Carmen Gavín ha sumado otra jota de estilo. El espectáculo ha concluido con el Pasodoble Castillo de Montearagón y la Jota de Baile Estirpe de Huesca.

El broche final será una coreografía creada por Carlos Vidal, con música y diseño propios del grupo, que rinde homenaje a la ciudad de Huesca y a su castillo. Según la presidenta de Estirpe de Aragonia, Noemí Lanaspa, representa el sentido de pertenencia y unión que les une cada día.
Lanaspa destaca que este festival es una oportunidad para fortalecer la amistad entre comunidades, tender puentes culturales y dar visibilidad a Huesca en otros territorios, reivindicando el valor de compartir y abrir caminos.