El Día Europeo de la Música se estableció el 21 de junio en todo el viejo continente con el objetivo de promover esta manifestación artística en todas sus formas, así como resaltar su importancia cultural y su capacidad para unir a las personas.
La librería Santos Ochoa se sumó a la conmemoración este miércoles, con la participación de la Huesca Big Band, que interpretó algunas piezas de su último disco, que ya presentó en el Teatro Olimpia el pasado 29 de diciembre.
"X Años" conmemora su décimo aniversario en los escenarios. El director de esta asociación cultural, Gerardo López Pontaque, se enorgullece de haber realizado todo el proceso de creación de su disco en la ciudad -salvo la fabricación, porque no hay una empresa dedicada a este cometido-, desde el diseño de la portada hasta la grabación, pasando por la participación de músicos locales y técnicos de sonido. Se trata de un álbum ecléctico, con temas de los años 30 y 40, versiones adaptadas del folclore aragonés, composiciones propias y también canciones de estilo más moderno.
La música ha sido fundamental en la vida de los miembros de la banda, quienes han dedicado su tiempo y esfuerzo para aprender y perfeccionar sus habilidades. Gerardo López explica que él comenzó a estudiar esta disciplina a los siete años y ya no ha hecho "nada más".
Su principal instrumento es la trompeta, pero ahora está estudiando también piano y trombón. "No sé hacer otra cosa. Es mi manera de vivir, sólo hago cosas relacionadas con la música", añade.
En la librería Santos Ochoa tocaron, junto a Gerardo, Juan, Lola, Aníbal, Lorenzo, Alberto, Ana, Jorge y Dani.
Gerardo vuelve a recalcar que la música es "importantísima" y que "sería muy difícil imaginar un ascensor, una peluquería, una película" otro lugar sin ella. Está presente en todas las culturas y es inherente al ser humano. "Hay música para los malos momentos, para los buenos, para relajarnos, para excitarnos, para hacer el amor, hay música para todo", agrega.
El trompetista se muestra preocupado por las dificultades que tienen las bandas que comienzan o que son poco conocidas para salir adelante y pide la ayuda de las instituciones. La Huesca Big Band, como otras, es una asociación modesta sin ánimo de lucro, que debe hacerse cargo de los gastos relacionados con el local de ensayo y otros aspectos del proyecto. La pasión de sus integrantes por la música y su altruismo son, por el momento, sus inestimables pero únicas bazas.