El texto de La lluvia amarilla por capítulos, un total de 53 ilustraciones del oscense Antonio Santos, la voz de José Sacristán, seis audiovisuales de Eduardo de la Cruz, una selección de libros y una cuidada disposición en la sala de exposiciones de la Diputación de Huesca conforman, entre otros elementos, una maravillosa muestra en torno a la obra más popular de Julio Llamazares, que el propio escritor leonés ha inaugurado esta tarde, en un evento abierto a todo el público y que se ha iniciado a las 19:00 con una conferencia.
Decenas y decenas de oscenses se han quedado fuera del salón de actos, abarrotado de un público devoto de Llamazares, que ha charlado durante una hora con Antonio Santos, también muy valorado y querido en la ciudad, con la participación de la periodista Esther Puisac.
Llamazares y Santos han presentado por la mañana este proyecto, acompañados del presidente de la institución provincial, Isaac Claver, y el diputado de Cultura, Carlos Sampériz, en una reunión con los medios de comunicación, en la que se ha anunciado también la realización de un amplio programa de actos en torno a esta obra editada en 1988, como proyecciones, un taller de linóleo, otra conferencia el 22 de marzo a cargo de Enrique Satué, la exposición viajará a Sabiñánigo en julio, se llevará a cabo una representación teatral y se desarrollarán otras actividades en las bibliotecas.

La muestra de la DPH, que se podrá contemplar desde hoy 27 de febrero hasta el 31 de marzo, es "una maravilla", según las palabras de Isaac Claver, quien ha recordado que el libro de Llamazares habla de la despoblación y de la soledad no deseada, "una serie de problemas" en los que, hoy en día, sigue ocupando la labor de la Diputación Provincial. "Trabajamos por combatirlos y por dotar de más vida y dinamismo a nuestros pueblos", ha manifestado.
Julio Llamazares ha recordado que llegó a Huesca, por primera vez, hace 37 o 38 años, una provincia que no conocía de nada. Pidió un mapa en la DPH -que, según ha dicho sonriente, no le dieron -"no debía de haber"- y se alojó en el Caserío Aragonés.
Por indicaciones de la ya desaparecida Ana María Navales, recorrió los montes del Prepirineo, la Guarguera, se encontró con el "espectáculo devastador" de Jánovas "-nunca había visto unos pueblos demolidos para crear un embalse que nunca se hizo"-, conoció a Francisca Castillo y Emilio Garcés, sus últimos moradores, recorrió el valle de La Garcipollera y entabló una gran amistad con Enrique Satué -al que se siente muy agradecido-, que le guió por el Sobrepuerto. Cuando visitó por primera vez Anielle -el pueblo deshabitado más famoso de España gracias a su libro-, ya había escrito la mitad de La lluvia amarilla y situaba la acción en un lugar con nombre ficticio.
"Yo vine a Huesca porque era una de las pocas provincias que no conocía y porque tiene el triste récord de tener la mayor cantidad de pueblos abandonados, más de 313. Cuando era niño, tenía un profesor que sempre empezaba las clases diciendo: 'Huesca no existe'. Para demostrarlo, les decía a los alumnos: '¿Alguno de ustedes conocer a alguien de Huesca? ¿Alguno de ustedes ha estado alguna vez en Huesca? ¿Alguno de ustedes ha visto alguna vez Huesca en la televisión?' Saqué la conclusión de que aquel profesor no era un contestatario y era la forma que tenía de vengase del régimen".

"Huesca es una provincia muy pujante, con mucho presente y mucho futuro desde el punto de vista económico, desde el punto de vista turístico, pero a la vez hay una parte de Huesca que está muerta. Aquí se nota, como en Soria en alguna otra provincia, el paso de un mundo a otro como en muy pocos lugares de España. Mientras un mundo crece, el otro desaparece". Y ahí se sitúa La lluvia amarilla", un monólogo interior de 200 páginas, del último morador de un pueblo, en su última noche de vida.
Llamazares ha compartido con Antonio Santos la emoción que ambos han sentido al ver la exposición. "Es uno de los mejores regalos que me han hecho en mi vida", ha asegurado, y ha querido expresar su agradecimiento a una larga lista de nombres, en la que se encontraban José Luis y Ramón Acín, Julio Gavín -presidente de la asociación Amigos de Serrablo, en una época en la que prácticamente nadie se preocupaba por el patrimonio-, Enrique Satué -"que ha demostrado una catadura moral impresionante y una generosidad a prueba de bomba"-, Carlos Tarazona, Eduardo de la Cruz, Carlos Esco, el equipo de técnicos de Cultura de la DPH, el Corral de García de Jesús Arbués, el anterior presidente de la DPH, Miguel Gracia, que inició este proyecto en torno a su libro y otros más.
Julio Llamazares y Antonio Santos ya han trabajado juntos en otras ocasiones. El ilustrador de Lupiñén ha realizado 53 grabados, con la técnica del linóleo, que se pueden ver ordenados en la sala de exposiciones según transcurren los capítulos de la novela.
Un buen númro de ellos se reproducen en la versión ilustrada que sobre ‘La lluvia amarilla’ ha editado recientemente la Diputación Provincial de Huesca y del que uno de los 250 ejemplares no venales se puede ver en sala.

Santos, quien ha destacado que para él ha sido “un lujo poder dibujar esta historia”, ha valorado que el nuevo gobierno de la DPH haya continuado con el proyecto iniciado por el anterior y ha recordado su primer contacto con Ainielle. "Hace poco leí una frase de Borges que decía que Pedro Páramo era, junto con El Quijote, las dos mejores obras escritas en español de todos los tiempos. Creo que si Borges hubiera leído La lluvia amarilla, en lugar de las dos mejores, habría dicho las tres", ha señalado.
Santos ha recalcado que el equipo de Cultura de la DPH "es otro lujo que tiene la ciudad de Huesca, Carlos, María y Blanca y todos los demás, donde tantas cosas en el terreno cultural suceden y han sucedido y espero que seguirán sucediendo".
Antonio Santos ha asegurado que el lunes, al ver la sala de la Diputación, se emoción mucho. "Es de las exposiciones más bonitas que he visto en mi vida, tal y como está concebida, cómo está organizada, me parece fascinante y describe muy bien la poética de La lluvia amarilla", ha declarado.
MUCHO CONTENIDO
Completan la instalación una selección de textos impresos de la novela, la lectura de diferentes fragmentos de la misma a través de la voz profunda del actor José Sacristán, la proyección de cinco audiovisuales realizados por Eduardo de la Cruz, así como la reproducción del documental ‘Ainielle tiene memoria’ emitido por Crónicas de RTVE en 2007 y una secuencia de fotografías de Fernando Biarge entre 1975 y 1985 al inicio del recorrido. Para cerrar el tramo expositivo, sin embargo, se proyecta la última escena de la adaptación teatral de la novela, dirigida por el oscense Jesús Arbués y producida por El Corral de Gracia en 2021.

La exposición se completa con abundante material documental y de archivo, que incluye el manuscrito original de la novela con anotaciones del autor, diferentes ediciones que sobre el libro se han realizado, tanto en español como en múltiples lenguas (danés, finlandés, italiano, inglés, francés, alemán, holandés, brasileño, portugués, noruego, occitano, turco, hebreo, húngaro, ruso, griego, polaco, serbio, lituano, estonio, hebreo, coreano, japonés, checo, árabe, chino mandarín, cantonés, etc.), y destaca una edición especial realizada en braille y editada por la O.N.C.E.
Además del tradicional programa didáctico dirigido a escolares, grupos de visitas especiales, colectivos y un largo etcétera, que habitualmente desarrolla la Diputación de Huesca en todas sus exposiciones, en esta ocasión contempla un amplio programa de actividades paralelas. Tras la muestra en Huesca, podrá verse en Sabiñánigo, en su sala de exposiciones municipal, entre el 3 de julio y el 3 de agosto. También se ha organizado una conferencia a cargo de Enrique Satué el día 22 de marzo a las 20 horas en DPH y que lleva por título ‘Ainielle, la memoria amarilla’.
Hay prevista asimismo la proyección de Ainielle, de Eduardo de la Cruz, el día 6 de marzo en DPH. Talleres de iniciación al linóleo dirigidos por Antonio Santos tanto en Huesca como en Sabiñánigo. Y para concluir, en la quinta edición del Festival Sonna, el 20 de julio se representará en Susín (Biescas) la adaptación teatral de Viridiana.
