El Festival Internacional de Cine de Huesca ha inaugurado este viernes, 6 de junio, su 53ª edición con una noche que ha sido celebración, espectáculo y declaración de intenciones. El centenario Teatro Olimpia, vestido con su mejor gala, ha acogido un acto donde todas las artes se han entrelazado para rendir homenaje al cine.
La ceremonia, dirigida meticulosamente por Elena Gómez Zazurca, y conducida con ingenio por Alfonso Palomares, ha ofrecido un recorrido visual y sensorial por una Italia moderna, imaginada desde el trazo elegante de la tipografía veneciana de Silvana Amato, autora del cartel de esta edición. Puede que una de las mejores de los últimos años.
Desde la estética hasta el ritmo, todo ha respirado aires italianos. La música en vivo -disparada en directo por el maestro Kike Lera-, la fuerza escénica de la danza contemporánea, y los constantes guiños a Venecia, han creado una atmósfera envolvente. Las bailarinas Violeta Borruel y Estrella Martín han ofrecido momentos de delicada intensidad, que se han fundido con los acordes en vivo para invocar un espíritu mediterráneo, actual y celebratorio.

Los reconocimientos han marcado el pulso emocional de la noche. Primero, el Olimpia ha recibido el Premio Danzante de Honor en el año de su centenario. Como broche simbólico, el teatro ha soplado velas en un pastel sorpresa, con forma del propio teatro, acompañado por un aplauso colectivo que ha encendido aún más la emoción de la velada. Lo han recogido Manolo Pérez, Eduardo Estallo, Manuel Pérez y Rubén Moreno.
Manuel Pérez, presidente de la Fundación Anselmo Pie, ha manifestado la profunda emoción con la que han recibido este galardón, especialmente por el vínculo histórico con el certamen y con la figura del gran Carlos Saura.

Pérez ha destacado que el año 2025 es especialmente significativo, ya que el Teatro Olimpia celebra su centenario, con cien años de proyecciones, representaciones y vida cultural compartida con la ciudad. Ha recordado cómo el festival y el teatro han crecido juntos, compartiendo ilusiones y superando desafíos, desde sus inicios hasta convertirse en un referente internacional. También ha rememorado momentos difíciles, como la pandemia, o dolorosos, como la pérdida de don Anselmo Pie, cuya visión y pasión siguen marcando el espíritu del festival.
Según ha expresado, el Festival de Cine de Huesca es parte del alma del Teatro Olimpia, y viceversa: "El teatro es el hogar y corazón del festival". Por ello, este galardón ha sido vivido con especial intensidad.
Pérez ha agradecido a la Fundación del Festival y a todos los equipos -pasados y presentes- por su profesionalidad y entrega.

Después, Luis Artero, patrono de la Fundación Festival de Cine de Huesca, ha entregado el Premio Pepe Escriche a los representantes del Festival Internacional de Cine de Venecia, auténtico faro del cine de autor, en un gesto de hermandad cinematográfica.
Pero ha sido el momento de Irene Escolar el que ha concentrado todas las miradas. Antes de salir al escenario para que Eulalia Ramón "Lali" -viuda de Saura- y la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, le entregasen el Premio Ciudad de Huesca Carlos Saura, Alfonso Palomares ha recitado los nombres de todos los integrantes de las seis generaciones de la familia de la actriz que, como ella, también se dedicaron al mundo del espectáculo.
Además, Lali Ramón ha señalado que este año era más especial que de costumbre entregar el galardón, puesto que Irene Escolar hizo su primera película con Saura, El séptimo día, en la que interpretaba a su hija mediana.

Ramón ha recordado con claridad el primer encuentro con Irene en la productora, cuando, junto a Carlos y las otras actrices, hicieron una primera lectura. En aquel momento, ha dicho, Irene la impactó profundamente: había en ella algo muy especial, una energía y una presencia difícil de definir, pero muy potente. Al salir del despacho, recuerda haberle dicho a Carlos que Irene, siendo tan joven, "tenía dentro a una gran dama de la escena".
Veinte años después, ha afirmado, Irene ha demostrado todo ese potencial, no solo con sus papeles en teatro, cine y televisión, sino sobre todo por "su manera de trabajar, su responsabilidad y su compromiso".
Por su parte, la actriz le ha agradecido de corazón sus palabras, que ha descrito como muy emocionantes y bonitas, y ha compartido la emoción de estar presente en este festival, del que ha destacado cómo cuida y celebra el cine con tanto cariño.
Escolar ha confesado que recibir un Premio Carlos Saura la conmueve profundamente. Ha explicado que no solo es importante por el nombre que lleva o el lugar donde se entrega, sino también por lo que significa para ella.
Ha recordado que Carlos Saura no fue solo una figura fundamental en el cine español, sino también la persona que le dio su primera oportunidad en el séptimo arte. Ha rememorado que El séptimo día fue su primera película, y ha dicho que nunca olvidará lo que supuso para ella estar en aquel rodaje, aprender de la mirada del director, de su forma de contar, de su calma y de su firmeza.
La actriz ha expresado que el hecho de que este premio lleve su nombre hace que todo cierre de una manera muy especial, "como un círculo que se completa".
Ha tenido también palabras de agradecimiento para el Festival Internacional de Cine de Huesca, por el reconocimiento y por apostar por el cine como una forma de resistencia, de belleza y de verdad. Ha valorado que el festival crea un espacio donde las películas respiran y se escuchan.

Escolar ha querido agradecer también a todos los directores, equipos y colectivos con los que ha trabajado a lo largo de su carrera, y ha tenido también unas cálidas palabras para su madre, "por estar siempre ahí", y en particular por acompañarla en los “momentos de silencio” entre un proyecto y otro.
Este premio, ha dicho, la anima a seguir haciendo cine "desde la verdad, desde el riesgo y desde el deseo de explorar lo humano", porque, actuar, para ella, es eso: "un intento de comprender y también, a veces, de sanar".
En un tono introspectivo, ha compartido que no puede evitar pensar que han pasado ya 21 años desde aquella primera película con Carlos Saura. Ha recordado a esa niña que soñaba con ser actriz, con contar historias, con habitar otras vidas. Y ha expresado su deseo de poder decirle "que sí, que todo ese vértigo, ese deseo, esa intuición valían la pena, que siguiera, que no tuviera miedo". Por ello, ha concluido con una dedicatoria: "Este premio también es para ella, para esa niña".

Previamente, la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, ha destacado en su intervención la relevancia del Festival Internacional de Cine de Huesca como uno de los pilares culturales de la ciudad y ha puesto en valor el papel del Teatro Olimpia, sede histórica del certamen. Ha celebrado que este espacio, con cien años de trayectoria, vaya a recibir la Medalla de Oro de la ciudad, en reconocimiento a su aportación constante a la vida artística oscense.
Orduna ha subrayado, además, que el festival se ha consolidado como una plataforma internacional para el cortometraje y como un punto de encuentro de lenguajes, culturas y emociones. Ha defendido que el cine, cuando se atreve a contar lo invisible y se mantiene honesto, también nos ayuda a entendernos como sociedad. Según ha afirmado, el certamen representa un compromiso claro con la libertad creativa, la memoria colectiva y el pensamiento crítico.
Asmismo, ha tenido palabras de admiración para Irene Escolar, a quien ha definido como una intérprete versátil y comprometida. También ha agradecido la labor de los profesionales del cine, de la organización, del público fiel y de todos quienes hacen posible que este certamen proyecte a Huesca como referente cultural a nivel internacional.

La velada en el Teatro Olimpia ha finalizado con la proyección de Las chicas están bien, una película que recuerda con cariño. Entre el público, se encontraban presentes el director general del Gobierno de Aragón, Pedro Olloqui, el vicepresidente de la Diputación Provincial, Ricardo Oliván, senadoras y concejales de la corporación local.
Y como en todo buen festival, la noche no ha terminado en el teatro, sino en la Catalítica ha acogido la velada de bienvenida con sesión de Pon La Última DJs, organizada por el Comité de la Juventud, abriendo así una edición del certamen que pone el foco en las creadoras, la experimentación formal y las nuevas voces del cine contemporáneo.
