El universo de los cómics ha tenido un doble protagonismo en la Feria del Libro de Huesca de la mano del guionista oscense Javier Marquina. Este viernes presentó dos obras que ponen de manifiesto su versatilidad narrativa: Kaijuland, editado por Yermo, y Dum Dum, publicado por Autsaider Cómics. Dos títulos de géneros opuestos -la ciencia ficción fantástica y la biografía quinqui- que permiten disfrutar del talento de un autor que ha hecho de los tebeos su oficio, pero sobre todo su pasión.
“Kaijuland es un cómic de ciencia ficción, uno de los géneros que a mí más me gusta escribir. Es un tebeo con acción, fantasía, con un rollo superhéroe”, resume Marquina, que ha contado con el dibujo de Carlo Romero, también presente en la feria, para esta historia ambientada en un mundo que vive sobre los restos de criaturas colosales.
La idea de partida -confiesa- la “robó directamente” de Pacific Rim, la película de Guillermo del Toro. “Me llamó mucho la atención una pregunta que lanzaban: ¿qué pasaba con los cadáveres de los monstruos gigantes cuando los robots los conseguían matar y que quedaban tirados en medio de una gran ciudad?. Alrededor de ellos se montaba una especie de mercado ilegal de tráfico de órganos, de materia. Eso me llamó la atención y es la base sobre la que parte este Kaijuland, para construir un mundo en el que hay toda una civilización que se genera alrededor de unos monstruos gigantes”.
En la feria Marquina también ha hablado de Dum Dum, una obra que ya lleva más de un año en circulación y que ha sido “el cómic que más alegrías me ha dado”, admite. Entre sus reconocimientos, destaca el Premio al Mejor Cómic Nacional en el prestigioso Salón del Cómic de Barcelona, además de haber sido elegido mejor cómic del año por los libreros de Madrid y recibir otros galardones en Zaragoza. Dum Dum adapta la biografía de un boxeador muy conocido en los años 70 y 80. “Es un personaje muy del cine quinqui”, señala.
A pesar del éxito, Marquina no siente que el reconocimiento condicione sus siguientes pasos. “Como toco bastantes géneros diferentes, puedo jugar a hacer cosas distintas sin que te comparen directamente. Siempre hay presión, claro, pero creo que lo importante es hacer lo que más te gusta de la mejor manera posible y disfrutar. Luego, si vienen los premios, mejor que mejor”.
Reconoce que llegó a ser guionista porque es "un completo inútil al dibujo". "Toda mi vida me han gustado los tebeos, no es una afición, es una pasión. Soy un lector compulsivo, coleccionista, siempre me ha gustado mucho, pero como no sabía dibujar, me parecía algo bastante lejano. Hasta que un día me dijeron: ‘¿por qué no escribes un guion?’ Y ahí empezó todo. Así, me dedico a escribir lo que pasa en los tebeos. El conocido dibujante Carlos Azagra dice que el cómic es el cine de los pobres, porque con un lápiz y un papel puedes crear la película que a ti más te gustaría, y esa es la labor del guionista, la quemás me gusta; he descubierto, al igual que con los cómic, toda una pasión".
Marquina ha conseguido consolidar una trayectoria en un mercado difícil. "El mercado nacional de cómic es algo muy pequeño, y el de género es aún más pequeño -explica-. En España la tradición que llega a un público mayor, más allá del clásico superhéroe o el manga, sobre todo lo relacionamos con la novela gráfica e histórica, con la autobiografía y la biografía, con la guerra civil y la posguerra. De eso sí que hay muchísimo material y es algo que tiene muy buena acogida entre el público. Los que hacemos género negro, ciencia ficción, fantasía… jugamos en una liga un poco de 'outsider', haciendo los temas con los que crecimos y que nos apasionaron, pero que quizás son para un reducto más pequeño de público. Dentro de ese reducto, estoy contento porque llevo desde el 2018 escribiendo tebeos y creo que he conseguido un público fiel que espera las cosas que publico", concluye.