María Pilar Vallés rescata la vida de tres eruditos altoaragoneses en la Real Capilla

La obra de la investigadora y docente sobre la historia olvidada de tres amigos en la Corte, Allué, Duaso y Vallés, despierta gran interés del público en su presentación en el IEA

Periodista
22 de Mayo de 2025
Guardar
María Pilar Vallés rescata la vida de Allué, Duaso y Vallés, tres eruditos altoaragoneses en la Real Capilla.
María Pilar Vallés rescata la vida de Allué, Duaso y Vallés, tres eruditos altoaragoneses en la Real Capilla.

El salón de actos del Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA) se llenó este miércoles para asistir a la presentación del libro Tres altoaragoneses en la Real Capilla, obra de la investigadora y profesora María Pilar Vallés de las Cuevas, que llega como el número 46 de la colección Cosas Nuestras, editada por el IEA de la Diputación Provincial de Huesca.

Acompañada en la presentación por el historiador Carlos Garcés, director de la colección, Vallés desgranó con detalle y pasión las vidas de Antonio Allué y Sessé (1766–1842), José Duaso y Latre (1775–1849) y José Acisclo Vallés y Pérez (1799–1867), tres eclesiásticos nacidos en Asín de Broto, Campol y Castilsabás, respectivamente, que lograron ocupar el prestigioso cargo de capellanes de honor en la Real Capilla del Palacio Real de Madrid.

Tras mostrar su agradecimiento a todas las personas que le han acompañado y apoyado en esta ardua labor de investigación que dado como resultado Tres altoraragoneses en la Real Capilla, María Pilar Vallés contó que su afición por los libros, protocolos notariales y los documentos antiguos le viene de su padre, José Vallés, a quien acompañaba al archivo en el Colegio Imperial Santiago, del que su progenitor era un habitual, junto a Federico Balaguer y Antonio Durán Gudiol. Fue su padre quien le animó a investigar sobre José Acisclo Vallés y Pérez.

Parte del público en la presentación del libro de María Pilar Vallés.
Parte del público en la presentación del libro de María Pilar Vallés.

“Cuando observé que José Acisclo y José Duaso aparecían como albaceas en el testamento de Antonio Allué en 1840, pensé que tenía que haber una relación mayor”, relató la autora. Ese hallazgo fue el punto de partida de una investigación guiada por la idea de que, como escribió Antonio Cánovas del Castillo, “la huella de todo hombre de mérito merece ser conservada”.

La autora subrayó que los tres personajes estudiados compartían más que origen geográfico: “Tenían amistades en común ya que se movían en los mismos ambientes cortesanos, eran catedráticos, presbíteros, y habían cursado la misma formación eclesiástica”. Añadió que eran “tres figuras son muy interesantes y poco conocidas. Son eruditos eclesiásticos altoaragoneses, cultos y reformistas, estudiosos, a quienes la distancia de su tierra natal les hizo ayudarse y apoyarse entre ellos en la Corte. Los tres añoran el casal familiar, uno de los privilegios más preciados del infanzón, y los tres amaban a su familia y se preocupaban por su bienestar. Siempre recordaron a Aragón desde Madrid”.

ANTONIO ALLUÉ Y SESSÉ, EL PIONERO

Antonio Allué era el tercer hermano, destinado a la judicatura o la vida eclesiástica, como fue el caso. Se conserva la casa familiar en Asín de Broto, “Casa Cabalero”, que tiene el escudo de armas y la fecha 1746, aunque ha sufrido muchas modificaciones y ahora es una casa rural.

María Pilar Vallés y Carlos Garcés.
María Pilar Vallés y Carlos Garcés.

El primero en lograr la plaza en la Real Capilla fue Antonio Allué, en 1804. “Es la primera vez que se hace una oposición a la forma de la Catedral de Toledo, y se podían presentar los que fueran catedráticos, licenciados o doctores en teología -como es el caso de Allué- o en cánones -como es el caso de Duaso y Acisclo-, además de presbíteros y presentar una limpieza de sangre”, explicó María Pilar Vallés. En el tribunal se encontraban dos aragoneses más, Melchor Borruel y Antonio Oliván, "quien ejerció de benefactor de los tres", apuntó la investigadora.

De Allué se conserva un retrato obra de Vicente López, uno de los mejores pintores de su época, en el que aparece con su nombramiento, el pectoral, y las cruces de Carlos III y San Genaro. Fue nombrado obispo de Gerona en 1818 y confesor de la reina Isabel. También figura como capellán de honor en el cuadro El desembarco de Fernando VII en la isla de León de José Aparicio (1827), cuya historia recuperó Vallés: “Se creía destruido en un incendio en 1915, pero en 2015 se descubrió que había sido fragmentado y varias piezas estaban enmarcadas por separado”.

Allué falleció en 1842 y pidió ser enterrado en la capilla de San Ildefonso de la Catedral de Toledo. En su testamento nombró albaceas a sus amigos José Duaso y José Acisclo Vallés.

JOSÉ DUASO

José Duaso pertenece a la Solana del Sobrarbe. Nació en Campol, actualmente despoblado, en 1775, y la casa familiar es actualmente el hotel San Martín de Puitarans. En sus paredes se conserva el escudo, que ha sido desplazado de su lugar original.

Duaso fue un hombre polifacético: hablaba cuatro idiomas, fue catedrático de Matemáticas y Economía, diputado por Aragón en las Cortes de 1813 - al igual que Antonio Oliván, que era patriarca en las Indias- y bibliotecario de la Real Academia Española. Sacó su plaza en la Real Capilla un año después que Allué, pero fue expulsado durante la Década Ominosa acusado de liberal. Fue readmitido en 1843 por Isabel II.

Duaso fue pintado por Goya en 1824, un cuadro que fue adquirido por el Estado en 1970 y se encuentra actualmente en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. “Pasado el trienio liberal de 1820 a 1823, y repuesto Fernando VII en el poder, se produce la Década Ominosa y se trata con virulencia a todos los que han apoyado el trienio liberal. Goya ya estaba mayor, había vendido a su hijo la Quinta del Sordo, se encontraba mal de salud y era perseguido por la Inquisición, por lo que pide a su amigo José Duaso que le acoja en su casa. El ser de Aragón era más que ser familia”, señaló María Pilar Vallés. Fue entonces cuando Goya pintó a Duaso, retrato en el que aparece con la Orden de Carlos III número 35.

Público durante la conferencia.
Público durante la conferencia.

En 2015, con motivo de una exposición en la National Gallery de Londres de una antología de retratos de Goya, en la restauración que hizo Mercedes Begatoro encontró que debajo del retrato de Duaso estaba pintado un joven vestido a la usanza liberal. "Probablemente Goya lo pintó durante el trienio liberal y luego lo intentó tapar, lo mismo que sucede con el retrato de Satué, primo de Duaso, que tapó a un general francés para no ser acusado de afrancesado”, explicó María Pilar Vallés, quien destacó los tiempos convulsos que se vivían.

Duaso murió en 1849, a los 74 años, y fue enterrado en el cementerio de San Justo de Madrid, junto a los pintores Carderera y Esquivel.

JOSÉ ACISCLO VALLÉS

José Acisclo Vallés nació en Castilsabás en 1799 en la zona del Abadiado de Montearagón, donde se conserva la casa familiar. También descubrió María Teresa Vallés que su hermano Mariano Vallés, cuando estudiaba tercero de leyes, en el curso 1827-28, vivió en la casa de su padre situada en el Coso, pegada a la de Carderera,. Por su parrte, José Acisclo se licenció en Cánones en 1826. 

Obtuvo su plaza en la Real Capilla en 1832. Fue catedrático y fue administrador del Hospital de Nuestra Señora del Buen Suceso, dependiente de la Real Capilla, un puesto que también ocupó Duaso. De esta forma, participó en todos los actos cortesanos como los esponsales de Amadeo de Saboya y bautizó al futuro rey Alfonso XII,

Másdelibros ha colaborado en la presentación en el IEA.
Másdelibros ha colaborado en la presentación en el IEA.

José Ancisclo Vallés es uno de los personajes del cuadro de los Desposorios del príncipe Adalberto de Baviera, de José Galofre, que actualmente se muestra en el Palacio de Aranjuez. “Está recogido como capellán de honor de la Real Capilla. Era en 1856, ya fallecido Duaso", comentó María Pilar Vallés.

En 1856 también fue retratado por Antonio María Esquivel. Vallés detalló que en el cuadro aparecen sus condecoraciones, como la Orden de Carlos III número 35, que previamente había llevado Duaso, y la Orden de Isabel II. La obra fue restaurada en el Museo del Prado por encargo de su propietario y a través del pintor José Beulas.

Murió en 1867 y pidió ser enterrado en el Cementerio de la Patriarcal Castrense, pero sus restos no permanecieron allí mucho tiempo, ya que el camposanto fue clausurado en 1884.

FIGURAS FUNDAMENTALES PARA COMPRENDER LA SOCIEDAD DEL S. XIX

María Pilar Vallés concluyó la presentación señalando que el libro es el resultado de años de investigación y largos periodos de recabar información en distintos archivos, horas de lectura que le permitiera conocer "más a fondo y en detalle la compleja y dificultosa historia de nuestro país en el s. XIX".

Reivindicó la importancia de rescatar figuras como estas, en apariencia menores, pero fundamentales para comprender la sociedad española del siglo XIX. “Si queremos conocer la historia de un país, de una región, incluso de una ciudad, debemos estudiar a los catedráticos, abogados, diputados y clérigos. Todos aquellos que por su estatus intelectual, familiar o social llegaron a ocupar altos cargos de la administración del Estado en Madrid, en la Corte, cerca del poder real”.

Y añadió, citando a Irene Vallejo: “El acto de escribir alarga la vida de la memoria e impide que el pasado se disuelva para siempre. He querido escribir sobre estos tres capellanes de honor que forma parte de una amplia comunidad no convenientemente investigada, clérigos aragoneses, eruditos, reformadores, hombres de estudio, a quienes la lejanía del lugar de nacimiento les hizo ayudarse entre ellos en una especie de confraternidad. Todos, sin excepción, añoraban la casa familiar y se preocupaban por bienestar de su familia. Los títulos nobiliarios y la limpieza de sangre son una herencia de los antepasados, pero la cultura y el estudio son un bien propio y personal. La ilustración incorpora a la vejez prudencia y el conocimiento nos fortalece y nos rejuvenece”, ha concluido.

Archivado en

Suscríbete a Diario de Huesca
Suscríbete a Diario de Huesca
Apoya el periodismo independiente de tu provincia, suscríbete al Club del amigo militante