Vecinos y vecinas del Perpetuo Socorro y de otros puntos de la ciudad ha vuelto a celebrar este miércoles una concentración ante el Centro Cívico Santiago Escartín Otín para reclamar la reapertura inmediata de la Biblioteca Ramón J. Sender, cerrada desde hace 21 meses.
La protesta ha estado acompañada por la música de Resistiré, del Dúo Dinámico, nuevamente interpretada con la letra adaptada que ya se ha convertido en un símbolo de persistencia y inconformismo vecinal. La situación, como se ha recordado, no ha cambiado en absoluto desde las movilizaciones de meses atrás.
Durante el acto, la Coordinadora de Asociaciones y Entidades del barrio ha expresado su preocupación por la falta de avances en la reparación del falso techo, especialmente después de que la licitación municipal destinada a ejecutar las obras haya quedado desierta. Esta ausencia de progreso ha reforzado la necesidad de reiterar públicamente las reivindicaciones, que han sido leídas de forma íntegra y que se han integrado en el discurso general de la concentración.
En su comunicado, la Coordinadora ha exigido al Ayuntamiento la reparación del techo y la reapertura sin demora de la Biblioteca R. J. Sender, subrayando que el cierre prolongado está afectando gravemente a la vida cultural y social del barrio.
Ha insistido también en que la dotación económica necesaria debe incluirse de manera explícita en los Presupuestos Municipales de 2026, porque la biblioteca, recalcaron, es un pilar cultural insustituible y su recuperación debe ser una prioridad institucional. El texto ha recordado que la cultura no puede seguir esperando y que la ciudadanía tiene derecho a disfrutar plenamente de este servicio público.
El comunicado ha señalado igualmente que el cierre afecta al correcto funcionamiento del Centro Cívico Santiago Escartín Otín, que ya acoge una amplia variedad de actividades culturales, sociales y participativas. Se ha remarcado que coros, danza, jota, teatro, circo, refuerzo escolar, mediación, proyectos interculturales y reuniones vecinales dependen de un espacio que ahora funciona con limitaciones, lo que dificulta la convivencia y la programación.
A ello se suma que la biblioteca llevaba años desarrollando un modelo de servicio acorde con las bibliotecas del siglo XXI, y que el cierre de la sala principal perjudica a estudiantes, jóvenes, mayores, familias y personas con discapacidad que la utilizaban como lugar de estudio, consulta y socialización.
El texto ha puesto de relieve que la provisionalidad actual impide el desarrollo normalizado de clubes de lectura, charlas, presentaciones, cuentacuentos, talleres de conversación, juegos de mesa y actividades intergeneracionales, además de dificultar el acceso al fondo bibliográfico y audiovisual.
La Coordinadora ha lamentado que no se haya cumplido el acuerdo municipal del 30 de abril, que instaba a reabrir la sala en septiembre, y ha recordado que el anuncio de destinar 200.000 euros tampoco ha resultado efectivo, al quedar la licitación sin adjudicación.
En este punto, el comunicado ha planteado una reflexión que ha resonado de forma especialmente significativa: si esta situación se permitiría en la Biblioteca Durán Gudiol o en otros centros culturales de la ciudad como el Manuel Benito Moliner o el Palacio de Congresos.
La Coordinadora ha asegurado que continuará con las acciones reivindicativas de forma periódica para exigir una solución real y definitiva. Ha anunciado que las concentraciones seguirán convocándose cada quince días, los miércoles a las 19.00 horas, en el mismo punto.