Pablo Bescós, el tono poético de Valentia pone eco y voz al libro de Salvador Berlanga

La presentación del libro sobre la infancia de 96 personajes aragoneses armoniza coralmente con el espíritu de la obra

17 de Diciembre de 2022
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Pablo Bescós con el resto de lectores al fondo
Pablo Bescós con el resto de lectores al fondo

Pablo Bescós es un muchacho hercúleo. Usuario de Valentia, es común verle de tránsito entre el gimnasio y su casa. Nos abrazamos y me muestra sus tríceps a los que contrapongo mis fláccidos brazos. Es enamoradizo y tiene un arma de seducción definitiva, que es su facilidad para la poesía. Todavía recuerdo la inauguración de la Feria de Bolea, cuando el alcalde Pedro Bergua nos concedió tal honor y el rito ceremonial fue una poesía de Pablo:

"En el campo de Bolea

los árboles se mueven 

con el ruido del viento.

Los pájaros cantan en sus ramas,

el sol brilla en el día,

¡qué belleza!

El color rojo de las frutas más ricas:

Las cerezas"

Aquel trozo de papel rige colgado en la Casa Consistorial de La Sotonera.

Este pasado día 14, el joven fue uno de los siete elegidos para leer fragmentos de "Ecos y Voces de la Infancia" de Salvador Berlanga Quintero, en un acto en la Diputación Provincial abierto por su presidente, Miguel Gracia, que incidió en la ruralidad de la infancia y la ruralidad de justicia que ha de impregnar la acción institucional y social. Una presentación de una obra con un introductor-coautor, Ignacio Almudévar, que hizo de la sencillez hilo conductor. Tras hablar de los 70 Ecos y las 26 Voces de la obra coral, realzaron con su lectura las almas púberes de otros tantos escritores del libro personalidades y personas de Huesca. Silvia Salazar recreó el texto de la actriz Itziar Miranda. José Mariano Seral se imbuyó en el relato de la Premio Planeta Luz Gabás, María Jesús Porta recorrió los escalofríos de Javier Sierra (otro Premio Planeta), Marta Polo se fue por los vericuetos ribereños y marítimos de Luisa Gavasa., Eva Álvarez leyó a la soprano Eugenia Boix y su infancia en el barrio de La Arboleda de Monzón. José Luis Laguna interpretó una parte de la narración de Miguel Ángel Tirado, "Marianico el Corto"...

Y llegó Pablo, al que se le veía inquieto, como es él, preso de la responsabilidad:

Los lectores de fragmenos de Ecos y Voces de la Infancia
Los lectores de fragmenos de Ecos y Voces de la Infancia

"Jorge Asín: Recuerdo como si fuera ayer mi primera película como actor. Corría 1982, el año de Naranjito, la cabezona mascota del Mundial de España, y yo tenía 10 años. Como siempre, veraneaba en Borja y ese fin de semana venían mis tíos y mi primo para disfrutar con nosotros de unos días de asueto en familia. Esa ya era una noticia estupenda, porque suponía jugar con mi primo Fernando durante el viernes, el sábado y parte del domingo. Pero, además, mi tío lanzó una noticia bomba que aumento mis ansias por que llegaran al pueblo. Mientras hablaban con mi madre por teléfono, le pidió que me pusiera al aparato. Cuando me colgué el auricular en la oreja, oí de su boca unas palabras que nunca olvidaré. Este fin de semana, sobrino, vamos a rodar una película. ¿Una película? ¡Dios mío! ¡Una película! Desde siempre había soñado con ser actor".

El aplauso entusiasta de la sala fue un sobresaliente en la calificación de Pablo, que expresó su alegría. Había dado una lección, otra más, de normalización y de su ilimitada capacidad que no sólo es compositora -que lo es- sino también interpretativa.

Previamente, el autor, con Ignacio Almudévar a su vera, había explicado la obra. "Este libro tiene que ver con mis intereses personales y profesionales con la infancia, porque es la época que nos determina a todos. Somos adultos, pero somos niños. Este libro es un tesoro porque es único de construir, porque es por una buena causa. Recibe más el que da que nadie más. Habla de los niños de ayer para que entendamos a los niños de hoy y los adultos de hoy".

"Las voces son 26 alcorisanos que elijo, que podrían haber sido de Jaca, Calamocha o Benabarre. Un alcorisano por año del 50 al 75. Ellos me cuentan su infancia y juvenil y la escribo con cierto tono literario. Con esto y la introducción de Julián Casanova, reconstruimos a través de los ojos de aquellos niños la historia de la segunda mitad del siglo pasado. Todo el mundo se ve reflejado porque las infancias son parecidas en Aragón. Hay mucho en común. Travesuras, juegos, que nunca tenían frío. Tener frío o calor o quejarse del viento son cosas de mayores". "Una radiografía del siglo XX maravillosa de leer", apostilla.

"La infancia sólo existe cuando somos mayores. Cuando somos niños, somos niños", afirma este educador vocacional. Se refiere a los Ecos, 70 personas ya no de Alcorisa, sino de todo Aragón, "muy famosas, que tienen mucho tirón, entre ellos Ignacio Almudévar, y con un prólogo de Luis Alegre. Cada uno escribe un instante, un eco, palabra que viene de una ninfa que se llamaba Eco y sedujo a Zeus. La mujer de Zeus se enfadó muchísimo y la castigó a repetir de por vida la última palabra que dijeran los demás. Este un libro distinto. Vamos a ver las caras de los 70. Escribieron durante la pandemia, porque, si no, loco les pillo".

Era el momento del colofón a un acto bello, literatura y, tras una interpretación con su guitarrico de Salvador Berlanga, una sorpresa: Óscar Badías. "De acoger a Salvador Huesca se siente orgullosa/ De lo que mucho que te admiramos te lo canto en esta jota". Cuando quien entona es Premio Extraordinario y tono magnífico de tenor, son palabras mayores. Ecos y Voces reunidos.

Salvador Berlanga y Pablo Bescós
Salvador Berlanga y Pablo Bescós

 

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