La artista y profesora de la Escuela de Arte de Huesca, Marian Bandrés, presenta en el Museo Muñoz Sola la exposición “Paisajes ajenos”, una selección de obra que abarca desde 2007 hasta la actualidad. A través de una cuidada técnica de collage que integra imágenes de prensa con pintura, Bandrés invita a reflexionar sobre la realidad social, los conflictos humanos, el medio ambiente y la condición de la mujer, mostrando aquello que a menudo permanece fuera de nuestro alcance o voluntad de mirar.
Durante la inauguración, Bandrés agradeció la presencia de Icíar Les Urra, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Tudela, a la directora gerente del centro museístico, Amaya Zardoya, y a la técnica Izaskun Gamen por hacer posible esta exposición, así como “a María, Marta y Ramona por su apoyo.
Explicó que cada cuadro se genera “muy lentamente, ya que el proceso tanto de reflexión como pictórico es largo”. Los temas que le interesan son “la realidad social, el medio ambiente y la situación de la mujer. En general, los conflictos humanos”.
El título de la exposición, “Paisajes ajenos”, trata “sobre aquello que no vemos o no queremos ver, lo que nos resulta ajeno por lejano; las guerras, los conflictos, la contaminación, suceden en otro lado, todo ocurre de manera distante”.
Señaló que “la destrucción del paisaje es un reflejo de la destrucción de la humanidad”, y mencionó “los conflictos bélicos, en Gaza o la República del Congo, por nombrar lo más actual, o la deforestación para nuestro consumo sin medida, que acaba destruyendo el paisaje”.

Para comunicar estas ideas, Bandrés utiliza la técnica del collage, que “propone un acto de comunicación diferente, una reflexión al espectador a través de la combinación de los mass media y la pintura”. Partiendo de noticias de prensa, la artista retoma las fotografías y las incorpora a la obra integrándolas con la pintura.
Bandrés explicó que “si la fotografía de prensa es la parte icónica, la pintura es el medio plástico, por tanto lo sensorial", que le permite "reelaborar el discurso, establecer relaciones y nexos entre acontecimientos aparentemente dispares pero que forman parte del mismo paisaje humano".
"Es una manera de explicarme el mundo, así como un acto de protesta”, agrega.
Añadió que también le interesa “lo que queda fuera del encuadre", desvelar los efectos devastadores de las acciones humanas. "Cambiar el punto de vista para rescatar las voces, las miradas, los sentimientos de esas personas que han sufrido”.
Bandrés afirmó que esta preocupación se asume “a través de la pintura que es capaz de expresar lo bello y lo trágico al mismo tiempo”.
Cada cuadro se acompaña de cartelas con títulos que “funcionan como referencia a acontecimientos concretos, pero lo importante es dejarse llevar por la respuesta estética y emocional que la obra nos provoque”.
Finalmente, la artista espera “conseguir que los paisajes ajenos no lo sean tanto”.
La exposición puede visitarse hasta el 7 de septiembre en el Museo Muñoz Sola.