Estar viva no es solo el título de su último libro, sino una declaración de principios. Pilar Clau ha regresado a la Feria del Libro de Huesca con un poemario profundamente personal que, según sus propias palabras, es “una vuelta hasta mis orígenes, hasta mi infancia, hasta mis padres, que son los primeros, en busca de mi ser real”.
Acompañada en la presentación por el profesor José Domingo Dueñas, la autora procedente de Laluenga ha hablado en la feria sobre este libro, editado por Olifante Ediciones de Poesía, que es una búsqueda de autenticidad. Clau señala que esta obra nace del deseo de reconciliarse con su esencia más profunda, esa que muchas veces queda enterrada bajo capas de expectativas ajenas: “A lo largo de la vida vamos creando una filosofía con lo que nos dicen, con lo que oímos… que nos lo vamos creyendo y nos vamos haciendo un ser que no somos nosotros. Es el resultado de muchas cosas que nos han pasado en la vida o del propio ambiente sociocultural que nos toca vivir. Y en medio te vas perdiendo y de pronto sucede algo en tu vida o alguien te dice algo y te hace recordar. Es como un golpe que dice: pero ¿era yo? ¿yo lo tenía?, y sigue estando porque forma parte de nuestro ser, somos nosotros", explica.

Ese recorrido para buscar el ser y su misión en la vida, ha acabado para Pilar Clau con el resultado: "Mi misión en la vida es ser feliz y sobre todo dar alegría y felicidad a los demás".
El viaje interior que propone Estar viva está lleno de descubrimientos, luces y sombras. “En ese recorrido hay partes dolorosas y hay partes muy felices”, reconoce la autora. “Claro que hay dolor también, porque la vida es todo, pero sobre todo hay el decir: esto soy yo y no lo quiero perder”.
Clau defiende que vivir con autenticidad exige un compromiso profundo: “Vivir en coherencia no es sólo descubrir eso que somos o cuál es el sentido de nuestra vida, sino vivir en coherencia con eso, que nuestras acciones sean el resultado de un convencimiento certero de que somos nosotros los que actuamos”.
El libro, según cuenta, también nació con un propósito de servir a los demás. “Me dice cosas muy bonitas de este libro. En la presentación de Zaragoza vino una enfermera de oncología del Hospital Royo Villanova y me pidió si podía poner cada día un poema de Estar viva en la consulta porque veía que eso les iba a ayudar mucho y les iba a animar. Me pareció que no podía pasar nada más bonito”.

Otras lectoras le han trasladado también cómo su poesía se convierte en un refugio frente al ruido y el dolor del mundo: “El otro día una señora me dijo: ‘Creo que voy a dejar de ver el telediario porque me deja hecha polvo, pero tengo tu libro en la mesilla, lo abro y recupero la alegría’”.
Ese deseo de dar sentido a la vida y de compartirlo con quienes vienen detrás está también en la dedicatoria del libro. “Se lo dedico a mis sobrinos porque son esas cosas que piensas que ojalá alguien me las hubiera dicho a mí antes”, indica. Les quiere lanzar un mensaje: “Tened en cuenta esto, vivid, que estamos vivos y estar vivos es este instante, y hay que disfrutarlo y aprovecharlo. Y si la vida viene aburrida hay que ponerle la aventura”, comenta.
Como apunta Pilar Clau, siempre busca el reto. “Ahora tengo muchos desde el accidente -comparte- y el día que lo hago mejor es una alegría. Este libro, por ejemplo, también contiene un soneto en alejandrinos, que también era un reto para mí. Pues lo dice y lo publico en este libro".
Clau reflexiona también sobre la dificultad y la belleza de la poesía: “La lectura de poesía exige mucho más que un relato en prosa. Requiere un espacio íntimo de lectura, exige también comprender ese ritmo, porque se lee con el cuerpo, es como una comunión de subjetividades, la del que escribe y la del que lee”. Por eso, cree que “hay menos lectores de poesía” y opina que se debe promocionar más: “Yo he visto el vigor de la poesía en muchos actos”, apunta.
En todo caso, asegura que esa búsqueda de autenticidad ha estado siempre presente en su literatura, aunque con diferente intensidad. “En los demás libros sí que me proponía algo y a lo mejor me dejaba distraer. Y esta vez he dicho no, porque quiero ver aquí lo importante de la vida, porque si no se pasa”.

El recibimiento de Estar viva está siendo muy positivo: “Estoy muy contenta con todas las cosas que me van diciendo y sobre todo por transmitir esa alegría”. Entre los momentos más especiales que ha vivido en este camino reciente, destaca su participación en el festival Barbitania, donde compartió escenario con figuras como Luis Alberto de Cuenca, Manuel Vilas y Benjamín Prado: “Fue una experiencia preciosa”, traslada.
Pilar Clau no se detiene. Asegura que ya tiene una novela en marcha “desde antes de empezar Estar viva”, aunque avanza a un ritmo más pausado. Lo que no ha dejado nunca son los poemas: “Para mí los poemas son como una necesidad. Ahí encuentro más la intimidad de los personajes, hay cosas que solo puedo comprenderlas con la poesía”, traslada.
