Pese a su aislamiento aparente entre Ibieca y Liesa, el templo de San Miguel de Foces es una de las arquitecturas medievales más llamativas y de mayor tamaño de la Hoya de Huesca. Pese a que solo se puede acceder hasta este monumento nacional a través de una pista no asfaltada, a falta de media hora para el inicio del concierto del grupo vocal aragonés Frumentum, ya casi se habían ocupado todas las localidades de asiento habilitadas por la organización.
Los últimos en llegar no solo se mojaron con las gotas de una nube tormentosa soltó sobre Foces, sino que hubieron de seguir la actuación de Frumentum de pie. Cuando empezaron a sonar las quince voces mixtas que entonaban el “Ave verum corpus” de William Byrd doscientas treinta y cuatro personas, la tercera ocasión que se supera la frontera de los doscientos espectadores en esta undécima edición del Festival de Música y Patrimonio EnClaves que organiza la Comarca Hoya de Huesca|Plana de Uesca.
El programa diseñado por Sergio Marco, director de esta formación, emparejaba piezas que dialogaban con una distancia de casi cuatro siglos. La conexión entre Palestrina y Villiers Stanford, entre Tomás Luis de Victoria y Rajmáninov o entre Byrd y Karl Jenkins era intensa y asombrosamente natural.
La potencia y expresividad de las voces de Frumentum arrancaron ovaciones que iban creciendo en entusiasmo. Como reconocía el propio director, el espacio de Foces era idóneo para interpretar polifonía y agradeció a la Comarca Hoya de Huesca, al Ayuntamiento de Ibieca y a la Asociación de Amigos de San Miguel de Foces, que este 2023 cumple su vigesimoquinto aniversario, haberles regalado esta ubicación para interpretar piezas en conmemoración de las efemérides de dos grandes compositores como William Byrd (1543-1623) y Serguéi Rajmáninov (1873-1943).
La mayoría de las piezas fueron interpretadas por el conjunto de Frumentum, quince voces entre las más sobresalientes del panorama aragonés, aunque algún bloque se concibió para voces blancas y otro en exclusiva para hombres.

Especialmente reconocidas fueron el “If ye love me” de Tallis o el “Duo seraphim clamabant” de Tomás de Victoria, aunque la intensidad fue creciendo hasta alcanzar su momento cumbre con la interpretación de las tres últimas obras seleccionadas: el “Sanctus” de William Byrd, el “Benedictus” de Jenkins y la poderosa “Bogoroditse Devo” de Serguéi Rajmáninov.
La ovación final obtuvo del grupo la respuesta de una concesión de una pieza que, aunque se desviaba del espíritu del programa, se vinculaba con Ibieca, ya que se trata de un arreglo coral de “S’ha feito de nuey”, pieza compuesta por José Lera, natural de Ibieca.
Una nueva ovación obligó a Frumentum a hacer un último bis con la reinterpretación de “Benedictus, parte de la obra “El hombre armado: una misa para la paz” que compusiera el galés Karl Jenkins en 2000, como encargo para conmemorar el milenio y que dedicó a las víctimas de la crisis bélica de Kosovo.