Los Secretos han llenado el aforo y la capacidad de nostalgia en la Cartuja de las Fuentes de Sariñena con dos horas largas de canciones míticas ora con respeto escrupuloso a la versión original, ora con reinterpretaciones. Cerca de dos mil personas demuestran la admirable capacidad de convocatoria 45 años después de su fundación y han llenado el espacio con un público principalmente veterano que responde en su eterna juventud.
Se perpetúan, del grupo fundacional, su líder Álvaro Urquijo y Ramón Arroyo. El pequeño de los Urquijo tomó el testigo a la muerte de su hermano Enrique en 1999 y desde entonces ha proyectado su legado, más de una docena de canciones historia de la música española. Las han repasado este viernes junto a Álvaro y Arroyo, y se subían al escenario Txetxu Altube (guitarra), Juanjo Ramos (bajo), Jesús Redondo (piano) y Santi Fernández (batería), el núcleo de sus últimas giras y trabajos.
Al margen de la foto final con el público, el sexteto no se ha permitido adorno ni alegría alguna. Pero lo cierto es que a sus incondicionales no les ha inmutado porque allí estaban Los Secretos y sonaban igual que siempre.
Los madrileños han arrancado con sus éxitos más recientes pero las canciones que todo el mundo recordaba no se hacían esperar. El tercer tema ha sido ya “La calle del olvido”, y el público ya vibraba. Ha habido un momento para el recuerdo de los que ya se han marchado, que en el caso de Los Secretos, son muchos. La primera dedicatoria ha sido para el padre del bajista, Juanjo Ramos, fallecido muy recientemente, para quien tocaron “Volver a ser un niño”. Álvaro enlazaba recuerdos y citaba a su hermano Javier, fallecido en 1999, para después cantar “Aunque tú no lo sepas”.
Y a partir de allí, la euforia. El público sacaba los móviles y comenzaba a grabar una canción sí y otra también. Se sucedían “Ojos de Gata”, “Pero a tu lado”, “El Boulevar de los sueños rotos” y “Ojos de Perdida”, entremezcladas con otros éxitos más recientes. Y para los bises se dejaban “María”, “Sobre un vidrio mojado” y “Déjame”. Pocos grupos pueden presumir de tener en su repertorio tantos hitos de la música española como Los Secretos. El público llegado desde toda la provincia y todo Aragón se desgañitaba, grababa y se emocionaba en un concierto repleto de nostalgia.
“UN PAÍS PARA ESCUCHARLO"
El concierto que cierra este sábado la cuarta edición del Sonna Huesca es “Un país para escucharlo”, donde Ariel Rot y Kiko Veneno han llevado el formato televisivo al escenario y cuentan para cada concierto con invitados, ya sean artistas amigos o grupos emergentes locales. En esta ocasión, entre los invitados en la Cartuja, según ha trascendido, estarán el guitarrista flamenco Tomatito y la cantante aragonesa Carmen París.
Sonarán versiones de los grandes clásicos de los dos protagonistas “Me estas atrapando otra vez", "Echo de menos" "Dulce condena", "En un mercedes blanco”, “Salta", "Volando voy"... pero también habrá espacio para el lucimiento de los invitados sorpresa. Será el último de los tres conciertos del SoNna Huesca 2023 en la Cartuja de Nuestra Señora de las Fuentes de Sariñena, un tesoro patrimonial del Alto Aragón, declarado Bien de Interés Cultural y Conjunto Histórico-Artístico.