Ana Tur Salamanca, directora del Conservatorio Profesional de Música de Monzón, estaba tremendamente feliz al presentar en el Auditorio Carlos Saura del Palacio de Congresos de Huesca el III Encuentro de Bandas y Orquestas de Conservatorios Profesionales y Escuelas de Música de la provincia de Huesca, y es que representa la constatación de que este proyecto coral se ha consolidado. Ha recordado que el primer año "El primero, fue un reto de hacerlo posible, y el segundo de preguntarse: realmente, ¿interesa esto? Y este es el de consolidarnos como proyecto. Y hemos tenido más inscripciones, 190 instrumentistas".
El proyecto organizado por la Federación de Amypas de Conservatorios y Escuelas de Música del Alto Aragón ha comenzado con el encuentro que se inició el viernes 12 en el IES Pirámide con la presencia de alumnos y de monitores, con ensayos parciales con profesorado especialista y dirección por José Vicente Pardo y Miguel Guerra, solista de la Orquesta Sinfónica de la RTVE y esta tarde director invitado.
"Hemos innovado, porque, como somos músicos, estamos siempre innovando. Hemos creado un coro" para que las escuelas de música puedan participar "y tener ese sentir de crear música juntos, de querer un objetivo común... Y ha funcionado". Ha recordado que Huesca es una provincia muy extensa, y tiene una red de escuelas y conservatorios "que hacen un trabajo magnífico". "Y la magia de nuestro proyecto es juntarlos, para que sepan que a través de un objetivo común se pueden hacer grandes cosas".
Ha afirmado que han estado tres días desde el viernes "trabajando como locos, ensayando como locos para poder abordar el repertorio". Ha puesto en valor el elenco de profesores y el grupo de trabajo de los conservatorios que han trabajado en sus destinos de Huesca, Monzón y Sabiñánigo además de colegios y escuelas de música. Tras preparar el trabajo por separado, el Encuentro ha sido el que ha coordinado el concierto de esta tarde, el de San Juan de la Peña del día 19 y el de Monzón en el Auditorio San Francisco el 20.
Ha valorado que los centros "están fenomenal, pero les falta crear puentes para que ellos vean que hay mucha gente que se dedica a esto", y "la magia de esto es que los profesores les enseñan a ellos, que se juntan con toda la provincia y se les enseña solidaridad y respeto" a través de la afinación de todos los instrumentos que no pueden funcionar por separado. "Por eso digo que es un proyecto que merece la pena y que hay que seguir defendiendo".
Tras el capítulo de agradecimientos, comenzando por el Ayuntamiento de Huesca y el gran nivel de los profesionales del Palacio de Congresos, a la Diputación Provincial, al Gobierno de Aragón, y a todos los conservatorios y escuelas junto a sus amypas, era el momento de reconocer a Miguel Guerra por acceder a dirigir el repertorio que ha comenzado en lo más alto, con Star Wars de Williams, para seguir con la Sinfonía número 8 Inacabada de Schubert y L'Arlésienne Suite número 2 de Bizet.
El auditorio, repleto de público, ha reconocido el gran trabajo del director y de los intérpretes, gozando de la Banda con el Pasodoble Aragonés de Agüero Una Noche en Calatayud de Pablo de Luna, Celtic Child de Bert Appermont y El charleston de la risa de Jef Penders.
Hora y media fascinante, de ensueño, de magia y de admiración por el esfuerzo, de constatación de que, en ciernes, en esta provincia el virtuosismo se pasa para captar los talentos que emergen del amor por la música. Misión cumplido.