La vida de Ángela (Rasmia) es la primera novela de la barbastrense Sol Otto Oliván, una narración que cuenta las experiencias de la protagonista en la ciudad, recién casada y llegada desde un pequeño pueblo, a mediados del Siglo XX, así como su esfuerzo por labrarse un futuro mejor, abriéndose paso entre la soledad y las dificultades.
Sol Otto, que ya conocemos por sus cuentos, artículos, relatos cortos, ensayos y poemas, presentó recientemente este título en la librería Anónima de Huesca, acompañada por el también escritor Severino Pallaruelo y el librero José María Aniés. “Ángela es una mujer que no se conforma con la etapa que le tocó vivir y quiere hacer algo más. Quieres salir adelante por sí misma, sin ayuda de nadie. Es lo más evidente de la novela pero tiene otras muchas lecturas", explica la autora.
Pone el foco en el importante papel que juegan en este libro los personajes secundarios, que en algunos casos son, además, muy divertidos. "Ángela, modosa, decidida, habla muy correctamente. Asunción es una especie de Sofía Loren en Matrimonio a la italiana, pero un poco reciclada en Barbastro. Es barriobajera, bastante vulgar, dice tacos y se ha conformado con lo que le ha tocado vivir, pero a la vez tiene un punto de rebeldía que a mí me gusta mucho".
La escritora confiesa que se ha quedado "bastante prendada" de sus personajes, de Ángela y Asun, de Inés y Elvira, de la dependienta, la retalera, la ausente y la bruja, y se entusiasma cuando habla de ellos, como si fueran tan reales como el verano que este año se nos ha comido la primavera.
La novela se estructura en dos partes en las que Otto ha querido reflejar la diferencia que existe entre la soledad que siente Ángela cuando es una persona joven y la que experimenta en la fase avanzada de su vida.
El narrador, investigador y divulgador Severino Pallaruelo lo señaló también en el acto celebrado en la Anónima. La técnica narrativa "es un ir y venir de la actualidad y lo que va a ocurrir, al recuerdo", dijo.
Precisamente, el escritor, que según José María Nieves era "el presentador ideal" para la novela de Sol Otto, acaba de publicar un libro sobre el que va a hablar este lunes, en el Centro Cultural Ibercaja Palacio de Villahermosa, a partir de las 19:30, en una conversación con el titiritero Paco Paricio.
Volviendo a La vida de Ángela, lo primero en lo que se fija Pallaruelo es la portada, donde aparecen dos rostros de mujer, una joven y otra mayor, "que miran la misma cosa pero con distintos puntos de vista: la vida de la protagonista".
Ángela le recuerda al título de la novela de Martín Vigil La vida sale al encuentro. "Es el sentimiento que tuve, siendo niño, cuando salí de un pueblo perdido de las montañas (Puyarruego) y llegué a Barbastro. El mundo me salió al encuentro. De golpe pasé de no haber montado nunca en un coche ni haber visto un teléfono a vivir en una ciudad, que no es Nueva York, pero, para los que salíamos de las aldeas, era mucho. Por eso he comprendido muy bien las sensaciones de la protagonista".
El contenido se revela "como una carta dirigida a alguien muy querido y que cuenta intimidades que solo puede captar quien tiene la sensibilidad suficiente" y emplea "frases cortas, casi cortantes", de modo que, "sin grandes florituras, explica las cosas con claridad, limpieza y sencillez" .
Severino Pallaruelo aprecia en este estilo cierta influencia de la ocupación de Sol Otto, las leyes. La autora es abogada, doctora en Derecho y profesora de Derecho Constitucional.
Como en su poesía, añade Pallaruelo, la obra de Sol Otto está profundamente vinculada a la introspección. Por un lado, analiza en ella sus propios sentimientos y, por otra, muestra un afecto enorme por la naturaleza en la vegetación, el paisaje, la atmósfera, la lluvia, la niebla, el sol. "El paisaje es el aire, el ambiente. La niebla domina la primera parte y el sol, la segunda. La primera parte era joven y tenía esperanzas, pero cuando es mayor, que parece que todo se acaba, es el buen tiempo el que domina".
También destaca Pallaruelo la presencia que tiene en este libro el amor a los padres y, por otro lado, la gran afición de Otto por el cine. "Las imágenes que nos cuenta parece que están dibujadas en los cuadernos que hacen los directores para ambientar cada escena. En su relato se ven las casas, las calles, las tiendas. Quienes conozcan la ciudad podrán seguir todos los itinerarios y ver los establecimientos de los que habla".
Olores, ruidos, prendas, muebles, "un mundo ordinario que se nos presenta como un paisaje muy interesante", comenta Pallaruelo, para quien Barbastro "es un lugar de profunda significación literaria".
Sol Otto escribe para ella, traslada sus sentimientos a sus textos y consigue que trasciendan. Si eso cala en los lectores, "es el colmo de la felicidad", pero no su prioridad. Y se inspira en lo que conoce, en lo próximo, porque, su despierta mirada sabe descubrir la belleza con cierta facilidad, en lo aparentemente trivial u ordinario. Y disfruta con ello.