Villanoir, el Género Negro rebosa todas las expectativas en Villanúa

La séptima edición ha sido "la mejor de la historia según Ricardo Bosque, con cartel de no hay entradas en todos los eventos

DH
15 de Octubre de 2023
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Mesa del cómic en Villanoir
Mesa del cómic en Villanoir

El Encuentro Pirenaico de Género Negro de Villanúa ha concluido su séptima edición con un balance que refleja que todos los eventos pusieron el cartel de “no hay entradas” y se logró que el misterio, el humor, la ciencia, la realidad y la literatura convivieran en un maridaje perfecto durante todas las jornadas. Como afirma rotundo su director, Ricardo Bosque, “ha sido el mejor VillaNoir de la historia”.

El VillaNoir de 2023 será recordado por la atracción de los protagonistas de las charlas y diálogos para introducir el humor en sus intervenciones. Incluso los temas más ariscos o complejos, como el que desarrolló la lingüista forense Sheila Queralt, acabaron transformándose en una secuencia frenética de anécdotas, giros de guion y guiños constantes para lograr la plena complicidad del público. Ricardo Bosque concluye que “la gente se ha divertido desde el primer momento, ha disfrutado con todas las charlas, se lo ha pasado en grande y ha aprendido muchísimo”.

El debut literario del guionista, actor y autor de teatro bilbaíno, Txemi Parra, abrió la jornada con su novela "El eco de las sombras", un thriller rural ambientado en Jaca y en los Pirineos y que se desarrolla a partir de una extraña desaparición. Parra, guionista de series como "7 Vidas", "Aída" o "Los Serrano", reconoció que se divirtió más escribiendo esta novela.

El cómic tuvo un notable protagonismo en este edición del VillaNoir. Cristina Hombrados y Javier Marquina conversaron con el guionista Juan Díaz Canales, que junto al dibujante Juan Guarnido han creado la serie “Blacksad” con la editorial francesa Dargaud, de la que llevan vendidos cientos de miles de ejemplares en todo el mundo y ha sido traducida ya a cerca de treinta idiomas. La mesa la completó la guionista e ilustradora, Teresa Valero, autora del comic “Contrapaso”, un thriller social ambientado en la España franquista.

La charla permitió a los asistentes conocer de primera mano las dificultades y desafíos a los que se enfrentan los creadores nacionales. A diferencia de Francia, donde como explicó Díaz Canales “el cómic es una de las patas de la industria cultural”, en España el interés de los editores es mínimo y “se sigue vinculando a una literatura menor, a un paso previo a la novela”, como denunció Teresa Valero. La gran paradoja la apuntó Javier Marquina: “España es el mayor exportador de talento dentro del mundo del cómic”.

En las calles de Villanúa cerca de 70 niños y niñas buscaban pistas para esclarecer “El caso de la fotógrafa desaparecida”, un juego familiar propuesto por elEventario y Manuel Bueno, que pretende despertar el interés por el género negro desde temprana edad. Hay cantera de lectores y quién sabe si también de escritores. Todas las actividades infantiles, las únicas de pago en esta edición de VillaNoir, colgaron el cartel de “No hay billetes”.

La tarde la abrió la perito judicial en lingüística forense Sheila Queralt. Ante una abarrotada sala, la doctora en Ciencias del Lenguaje explicó con casos reales cómo a veces la solución a un crimen se esconde en la sintaxis. “En la mayoría de los crímenes existe el lenguaje”. Los errores ortográficos pueden ser “geoletales” y contribuir a fortalecer una máxima de la que los investigadores nunca se despegan hasta que las evidencias no dejan lugar a las dudas en la resolución de un caso: “Ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos”.

Los escritores Teresa Cardona, Salva Alemany y Noelia Lorenzo hablaron con Rita Piedrafita sobre los vínculos de la religión, la iglesia y las sectas con el género Noir.

Han escrito novelas en las que las tramas se construyen a partir de sucesos reales en los que la fe, la iglesia o las manipulaciones letales de las sectas forman parte fundamental de las tesis de la investigación. Teresa Cardona explicó que “la novela negra basada en sucesos reales siempre surge detrás de una noticia y muchas veces se desarrolla como alternativa a lo que ocurre en la realidad, porque sigue habiendo un gran secretismo sobre los casos que salpican a la iglesia”. Las risas y la ironía tampoco faltaron en esta mesa; Salvador Alemany contó cómo desarrolló su última novela, “Lapsus”, a partir de la curiosa biografía del cura Vicente, un sacerdote famoso en Valencia por sus buenas obras y que, en realidad, se dedicaba al narcotráfico y la venta de armas. Finalmente se supo que tampoco era sacerdote.

La entrega del galardón “Villanúa Rural Noir” a la escritora madrileña Teresa Cardona, cuya saga de los agentes de la Guardia Civil, Blecker y Cano, está ambientada en San Lorenzo del Escorial. Cardona se mostró feliz por recibir este reconocimiento y volvió a defender “el mundo rural como un entorno ideal para desarrollar tramas de género negro”. La escritora recibió un cuchillo realizado de manera artesanal por el escultor jacetano Pablo Valdelvira, que es una réplica exacta de los cuchillos de faja aragonesa que los hombres utilizaban para defenderse en los caminos y las mujeres en su casa en el siglo XIX. El filo del cuchillo lleva grabada una frase extraída de una de las novelas de la autora.

La jornada del sábado finalizó con un experimento: Daniel Sancho, Israel Chaparro y Miriam Stolisky desarrollaron una performance en la que mezclaron humor, poesía y noir. El resultado fue delirante. Como explicó Ricardo Bosque, “fue el colofón más divertido a un VillaNoir que se ha caracterizado por mantener el humor como hilo conductor de todas las conferencias y eventos”.

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