No lleva ni un mes en Huesca, pero la acogida de la ciudad y las facilidades que le han dado sus compañeros han hecho que parezca que lleva aquí toda la vida. Es Álex Bellver, última incorporación de Lobe Huesca La Magia. El escolta valenciano llegó a la disciplina peñista pocas horas después de la salida de Herkus Kumpys.
"Tanto los compañeros como como el club han hecho que mi adaptación sea muy fácil. Me lo han puesto todo en bandeja", explica en una entrevista concedida a este medio. Su llegada a Huesca fue bastante sencilla y es que, desde que habló con el club, "ambos teníamos las cosas claras". Una vez aquí, "conocía a muchos compañeros y eso ha sido más sencillo para empezar a trabajar y ponerme a tono".
La primera con la que conversó fue con el míster, Rafa Sanz. El entrenador andaluz fue quien le acabó convenciendo a la vez que le explicaba el proyecto y lo que quería de él. "No le conocía, pero sabía quién era. Él me dijo lo que tenía pensado. Me pareció excelente y charlamos sobre cómo iba a funcionar todo. La forma de trabajar, el equipo... Me informó de lo que había aquí", subraya.
Desde la lejanía "lo veía como un equipo en el que los jugadores pueden crecer. Al final, los chicos jóvenes vienen a aprender y con ganas de trabajar". El equipo es "joven y le pone mucho interés". Y añade que, "por mi forma de ser, encajo mucho aquí".
Sobre su pasado en Huelva, dice que "es una situación que se dio y por equis motivos, la plantilla era de una forma. No conseguí hacerme hueco en el equipo y necesitaba un cambio". Habló con Huesca y le gustó mucho la idea que tenía, "con que vine para aquí".
Recalca lo histórico que tiene el Peñas, sabedor por todo aficionado al baloncesto. "Tengo muchos compañeros que han jugado aquí y me han hablado muy bien. Personalmente, voy encontrando la forma. Es verdad que en los entrenamientos me ha costado, pero poco a poco voy encontrando ritmo. Estoy cómodo con los compañeros, tanto dentro como fuera de la pista".
A la pregunta sobre si hay muestras de vértigo por verse en una situación delicada, tan cerca del descenso, comenta que el choque de la pasada semana "fue una pena porque nos jugábamos mucho". El equipo está "recapacitando y, juntos como equipo, tenemos que sacarlo". Ahora hay que "intentar reconducir la situación porque viene Zamora", el líder, pero es un partido y "puede pasar de todo".
¿Siente responsabilidad al llegar en sustitución de Kumpys? "La verdad es que no he sentido presión por venir a suplir a Herkus", asegura. En la charla que mantuvo con Rafa Sanz, el escolta le comentó que venía a "ayudar en todo lo que pueda y dar lo mejor de mí. He venido a dar lo que el equipo necesite".
Concluye con un mensaje de esperanza, de ilusión, motivando a la afición a que vaya al Palacio para lograr el objetivo de la salvación. Los de la grada son "el sexto jugador, y desde luego que cuanta más gente venga más ruido habrá y el rival tendrá más presión". Por el contrario, el Peñas se sentirá "más acogido: el apoyo que nos den lo devolveremos".