Dani Acirón, tras su salida del Robres: "No me lo esperaba"

El ya exentrenador del conjunto monegrino, líder de Regional Preferente, confiesa que en verano le comunicaron un proyecto que "luego no es lo que me encuentro"

Adrián Mora
Periodista
30 de Noviembre de 2023
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Dani Acirón, exentrenador del CD Robres, en una foto de archivo.
Dani Acirón, exentrenador del CD Robres, en una foto de archivo.

Al fútbol altoaragonés le pilló por sorpresa. Este martes se conocía la noticia de que Dani Acirón, entrenador del CD Robres, equipo de Regional Preferente que lideraba el Grupo 1, era destituido de su cargo.

Aunque en el momento de esta entrevista el club todavía no ha hecho oficial el cese del entrenador, fuentes consultadas por EL DIARIO DE HUESCA al propio club confirman que el entrenador ya no forma parte de la estructura del CD Robres, filial del CD Ebro. "Hay que llegar a un acuerdo y cerrarlo todo", subrayan.

Por su parte, Dani Acirón confiesa que todo esto "no se lo esperaba", y más después de haber superado un bache con una abultada goleada el pasado domingo en Delicias (1-6). "Lo que quiero que quede claro es que no quiero atacar a nadie ni hacer daño a nadie. Simplemente quiero dar mi visión", asegura.

Hay que recordar que Acirón llega al Robres el pasado verano después de cuajar una gran temporada con el CF Tardienta, también equipo de Regional Preferente, con el que consigue clasificarse para disputar la fase previa de la Copa del Rey después de superar al Internacional de Huesca en la final.

"Todo el mundo sabía que renunciaba a mucho, no sólo por Tardienta, sino a muchas propuestas porque, por suerte, las tuve. A mí me ofrecen una profesionalidad que a mí me llama mucho la atención", confiesa. El Robres es filial del Ebro, y por eso fue arrastrado hasta Preferente el curso pasado por el descenso del conjunto zaragozano después de haber quedado campeón en Tercera RFEF.

"Yo no me voy del Tardienta y dejo de jugar contra un Primera División por fichar en el Ebro B. Me cuentan y me venden que ficho por el actual campeón de Tercera con unas condiciones de filialidad muy diferentes a las que había habido hasta el momento. Me dicen que la filialidad se va a gestionar de la siguiente manera: los jueves, cuatro o cinco jugadores Sub 23 entrenarán con el Ebro porque el Robres no entrena. Y sólo en caso de necesidad absoluta e imperiosa, se cogerá un jugador de Robres para participar con el Ebro. Punto y final; no hay más", explica.

Con el comienzo de la pretemporada, bajo la opinión del entrenador, "y según sentían también algunos jugadores y que por eso hoy deciden salir del club, no por que me quieran, sino porque se sienten igual de traicionados, se empieza a incumplir ese pacto. Comienzan cosas que no entraban dentro de eso que se me explicó. No digo que me mientan, pero me lo enseñan de una manera que, bajo mi punto de vista, luego no es".

Todo esto generan "muchas discusiones y reuniones". Acirón lamenta que ha tenido problemas psicológicos y ha pasado "los peores días como entrenador de mi vida: mi familia y los que me conocen lo saben". El preparador deja claro que es una persona que vive "por y para el fútbol, con un sueño" que no va a soltar nunca. "Decido que da igual, que estoy sufriendo pero que voy para adelante", añade.

Echa la vista atrás para irse a la semana pasada y, aunque no lo puede asegurar al cien por cien, es cuando se decide su cese porque "como tengo una personalidad importante no voy a aceptar que ocho o nueve jugadores del Robres se vayan a entrenar con el Ebro".

Recalca que a su disposición tenía "un gran vestuario que venía de dos derrotas pero quería sacarlo". De hecho, Acirón ya tuvo a muchos de estos jugadores en su pasada etapa en el Tardienta. "Recuerdo que le dije a los chicos que habían hecho la mejor semana de entrenamientos". Todo esto ante de enfrentarse al Delicias la pasada semana. Y confirma que la semana pasada fue "la más feliz" que ha pasado estando en el Robres.

La semana se culminó el domingo haciendo un gran partido, goleando a domicilio 1-6 en un encuentro en el que, incluso, pudo marcar más goles. "Hicimos un fútbol maravilloso y tras ello, en el vestuario, había una felicidad brutal. A los chavales les dí las gracias porque supieron estar a las malas -cuando el equipo venía de dos derrotas consecutivas- y ahora nos tocaba disfrutar. El equipo se dejó el alma desde el inicio de la semana".

Al día siguiente, tras el entrenamiento del lunes, a Acirón le comunicaron su cese. "No me lo creía. Me dicen que las necesidades del club han cambiado porque de qué sirve que el Robres quede campeón si Ebro no consigue el ascenso. Les dije que yo había venido a eso, a dejar un equipo campeón y pasar a Tercera División y consolidarme", asegura.

El entrenador finaliza dejando claro que "no le deseo nada malo al club", pero es cierto que lo que le comunicaron en el inicio "no es lo que luego me encuentro. Pueden gestionar el club como quieran, pero desde luego no es lo que yo me esperaba. Ellos tuvieron una visión de la filialidad que no me supieron transmitir o todos lo entendimos mal. Y tampoco es lo que se esperaban muchos de los jugadores, que algunos continúan porque no quieren problemas. Yo no quiero que nadie se vaya por mí, porque soy un entrenador más. Los jugadores, ahora, no se niegan a nada, simplemente han mostrado el interés de salir".

Planes futuros

Ahora, con más calma, Acirón quiere "descansar, que tampoco es malo" y darle más tiempo a su familia, "que le he quitado mucho en 21 años que llevo entrenando". Confiesa que, si sale algo interesante, seguirá en los banquillos, aunque este año ya no puede presentar un contrato como entrenador.

Después de todo, se queda con el "apoyo" que ha sentido del fútbol aragonés, que le ha "sacado de un pozo que no me lo puedo llegar a creer", y con que su trabajo "no ha caído en saco roto. Creo que no hay mal que por bien no venga".

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