De Algeciras hasta Huesca. Domingo Luis Mosquera sigue abriéndose paso pese a su juventud para entrar en un Bada Huesca remozado desde verano y, aunque las lesiones no se lo han puesto nada fácil, el joven andaluz de tan sólo 22 años está completando una gran segunda vuelta en la Liga Plenitude Asobal. Salió de casa muy pronto para ganarse la vida en el balonmano y, por ahora, su futuro es prometedor.
"Uno ya está acostumbrado. Salí de casa muy joven a los 16 años pero sigue siendo duro. Estuve una temporada en Pontevedra, pero sigue siendo algo que lastra bastante y cada vez que llega el buen tiempo hay más ganas de volver a bajar a casa. Son 1.050 kilómetros hasta Algeciras", recuerda en declaraciones a EL DIARIO DE HUESCA.
No piensa demasiado en su futuro y ahora se centra en terminar la presente campaña de la mejor forma posible, "tanto en lo colectivo como en lo individual". Al jugador le quedan un par de años de contrato con el club altoaragonés. Ahora se encuentra en un periodo de "relajación" en estas dos semanas sin competición, "terminando de recuperarme de la lesión que he tenido en el hombro y desconectando un poco este fin de semana que nos han dado un mini puente. Hemos tenido dos semanas de parón sin competición y también nos hace terminar un poco más tarde la liga, pero te hace afrontar esta recta final un poco más despejado y más centrado".
La temporada, en general y sensaciones personales, está siendo positiva, sobre todo en la segunda vuelta. "Empecé con buena dinámica. En la primera también jugué bastantes minutos y aporté al equipo, pero esta segunda vuelta ha sido un punto de inflexión. La lesión me ha hecho bajar un poco la intensidad, pero es normal en el balonmano. Es algo pequeño".
El equipo ha respondido bien durante toda la temporada pese a la juventud en todas sus filas. Por eso Mosquera, que ya suma 60 partidos con la camiseta rojilla, se muestra "contento aunque siempre se podría estar más. Muchos partidos se han luchado y se han escapado, sin ir más lejos el de Cuenca. Por detalles se acaba yendo y su portero hace grandes paradas. Estamos contentos".
La clave para el lateral andaluz está en "competir todos los partidos", incluso ante Barça, un equipo que normalmente siempre sale de la ecuación pero que, en esta ocasión, "lo podíamos incluir porque perdimos de muy poco. Es algo positivo de cara a la temporada que viene porque en esta ha habido bastantes jugadores nuevos y, aún así, estamos respondiendo. Eso significa que la temporada que viene seguirá yendo a más".
Habla también de una relación con José Nolasco que "va a más del balonmano", algo que agradece porque, además de "saber dirigir un partido, sabe tratar con las personas. Es algo positivo porque crea un buen ambiente. Eso ayuda al equipo bastante".
También elogia la forma de dirigir al club, con su presidente Patxi Giné a la cabeza, y la familiaridad con la que se afronta cualquier reto. "Es algo que prima aquí, que desde el presidente hasta el delegado son personas muy cercanas y familiares". Es algo -añade- "bueno porque estamos en una ciudad que es como un pueblo y eso hace estar cómodo. Siempre se habla bien del club porque puedes progresar sin ningún mal rollo interno".