Sergi Guilló, entrenador de la SD Huesca, reconocía que ha sido un "mal partido" de su equipo en el Abanca Riazor ante el Deportivo. "Cuando concedemos este tipo de cosas ante un equipo así te lo hacen pagar", añadía.
En la primera parte "no hemos empezado mal. No pasaban demasiadas cosas, pero en un primer saque de banda mal defendido ha llegado el gol. Luego hemos tenido otros errores y el primer culpable soy yo. La segunda parte ha sido inútil porque el partido se ha acabado en el 45'", comentaba.
Ha desvelado el plan de partido, que no era otro que "pasaran pocas cosas en los primeros minutos y luego estirarnos". Sobre todo al venir a un estadio de este calibre. "Pronto han llegado los goles y no hemos podido hacer el plan previsto. La segunda parte ha sido más cambiar la imagen que otra cosa. Debemos olvidarlo pero también saber las cosas que hemos hecho mal", subrayaba.
Respecto a la suplencia de Jorge Pulido, el entrenador ilicitano ha sido claro: "Cuando tomas este tipo de decisiones y después hay errores, luego nos acordamos de los que no están. El que ha tomado la decisión soy yo. Esperábamos tener a Yeremay abierto y queríamos tener ahí a Carrillo. También entendíamos que hoy podría haber un espacio a la espalda que Piña lo podía corregir. Ha sido un tema táctico. Pulido nos va a ayudar muchísimo. Tenía claro que como se había puesto el partido no iba a sacarlo al partido tal y como se había puesto para que se lo comiera él". Ha dejado claro que "tengo confianza en todos los jugadores, pero los cambios los hago en función del rival".
Ha hablado también del apartado ofensivo, donde ha faltado chispa: "Teníamos que hacer más ruido, pero los goles pronto nos han hecho mucho daño en lo mental. Nos han dejado grogui. Tenemos que producir más en área contraria, pero hoy el partido está marcado por otras cosas. Nos han castigado con poco".
Y terminaba con una reflexión: "Ni éramos tan buenos como la semana pasada ni ahora somos el peor de la categoría. Hemos venido a un campo difícil y nos llevamos un palo muy duro. El trabajo ahora es levantar a los jugadores. Siempre voy a preferir perder un partido por 4-0 que perder cuatro partidos por la mínima".