Inversores mexicanos visitarán este fin de semana Huesca para conocer la Sociedad Deportiva Huesca con vistas a comprar el club, una de las dos vías actualmente en tramitación para resolver la delicada situación económica de la SAD.
Descartadas a pesar de los últimos movimientos de la nueva presidencia de la Fundación Alcoraz las opciones de que se haga con el control el Grupo Costa, desencantados sus máximos rectores con las actitudes de los responsables del Huesca y particularmente del antaño presidente de la propiedad fundacional, actualmente dos opciones están en liza aunque todavía sin una resolución inmediata.
Una de ellas, la que se está activando actualmente, es conocida por el entorno de Bahía aunque desde la SD Huesca aseguran que no proviene profesionalmente de la empresa de Gonzalo Ávila, que pronunció una conferencia sobre la situación del Huesca que ayudó muy poco a que fructificara la operación con Costa que maduraba tras casi año y medio de negociaciones y paradas de mula. El propio Ávila, como representante de Bibium, tenía ya firmado un contrato previamente a pronunciar su charla para la búsqueda de inversores, con un porcentaje determinado de comisión en caso de éxito. Al parecer, ese contrato ya no estaría vigente
De la mano de un empresario local, según fuentes bien informadas, llega este interés del fondo de inversión méxicano cuyos representantes acudirán al Huesca-Alcorcón y cenarán en un conocido establecimiento de la ciudad. Los inversores adquirirían la mayoría del paquete accionarial de la Fundación. No consta la opinión del nuevo presidente de la Alcoraz y del patronato, que ha buscado un rumbo propio para intentar salvar la situación económica y deportiva del club, con días para el final del mercado de invierno y sin que haya habido acuerdo sobre la necesidad o no de fichajes para buscar fórmulas como los créditos participativos que hubieran permitido incorporar a más jugadores. Al parecer, desde el club se estima que no son imprescindibles.
En caso de que cuajase la opción mexicana, la pregunta es cómo cuadraría con las cuatro condiciones expresadas y aseguradas por Petón el día de su despedida: el escudo, el patrimonio, el sentido provincial y el domicilio sin negociación posible en Huesca.