Isma Sierra y Jesús Cabrero, el ingrediente oscense del CD Teruel para la receta de la salvación

El central cedido por el Betis vive un gran momento. El exportero y psicólogo deportivo forma parte del cuerpo técnico de Raúl Jardiel. "La confianza y la motivación son importantes, pero nadie nos ha enseñado a trabajarlas", asegura

Adrián Mora
Periodista
15 de Marzo de 2024
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Isma Sierra y Jesús Cabrero. Foto 2: J. Torres
Isma Sierra y Jesús Cabrero. Foto 2: J. Torres

El CD Teruel vive un momento dulce. Después de verse prácticamente descendido hace algunas semanas, el equipo turolense, aunque todavía continúa en descenso, ya asoma la cabeza y piensa más que nunca en la salvación. Buena parte de culpa tienen los altoaragoneses Isma Sierra, defensa central, y Jesús Cabrero, entrenador de porteros.

Sierra se muestra encantado con la dinámica de su equipo, pues "hemos podido encadenar tres victorias y el equipo está más unido y fuerte que nunca". La llegada de Raúl Jardiel al banquillo rojillo "nos ha aportado mucho aire fresco y mucha positividad. También tranquilidad. En lo personal, me está dando mucha confianza y por eso estoy agradecido. Creo que es un entrenador con las ideas muy claras y sabe trasmitirlas muy bien al grupo".

Sierra está cedido en el Teruel por el Real Betis desde el pasado verano. El objetivo del club era que encontrara minutos en una categoría ya profesional y verdaderamente exigente. Encadena más de una decena de titularidades. "Me costó bastante entrar en el equipo -reconoce-, pero llegó Raúl y me dio la confianza. Ahora llevo partidos en el once y lo estoy haciendo bien. El equipo me está ayudando mucho. Estoy contento y con ganas de seguir aprendiendo".

El triunfo en la visita al Logroñés (0-2) del pasado sábado fue balsámico. "Lo afrontábamos como un partido importante, pero no como una final. Sabíamos que si hacíamos las cosas bien teníamos muchas posibilidades de ganar. Fue un punto de inflexión", dice el oscense con pasado en la cantera del Huesca.

Está siendo su primera experiencia en Primera RFEF, y comenta que ve equipos "más duros y rocosos" que en una categoría inferior. Los jugadores tienen "un poco más de calidad, pero tampoco he notado un cambio tan grande". Algo que significa que se está adaptando bien a ella.

El Teruel es como el Huesca de antaño. "Es muy familiar y te hacen sentir cómodo. La afición también. Llegué al equipo cuando ya estaba hecho pero me acogieron enseguida. La verdad que estoy muy a gusto y estoy aprendiendo mucho de ellos", añade.

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Once del Teruel en Las Gaunas.

Comparte vestuario con el también oscense Toni Gabarre. El delantero de 33 años, con pasado en multitud de equipos, llegó al Teruel el pasado verano para afrontar la aventura en la nueva categoría. Aunque sabía quién era, Sierra no lo conocía personalmente: "Desde el primer momento me ha ayudado y me ha dado fuerzas en los momentos malos. Es un pedazo de futbolista y me alegro que le vayan las cosas bien".

El domingo reciben en Pinilla al Barcelona B, que llega en un buen momento, pues ocupa puestos de playoff y es cuarto. "Vamos al partido con la idea de sacar los tres puntos y alargar la dinámica".

Cabrero, la portería y la psicología

Jesús Cabrero se incorporó hace más bien poco a la disciplina turolense. El entrenador de porteros que había se marchó a Arabia Saudí y le llegó una oportunidad que no pudo rechazar. "Lo podía compaginar con la psicología, que es lo que hago ahora, en Zaragoza. Entrenamos por las mañanas y me apetecía hacerlo. Como toda la vida he estado de futbolista, ahora lo veo desde el otro lado. Estoy todos los días con el equipo, viajo con los chicos y principalmente mi labor es la de entrenador de porteros. Me gusta sumar en todos los ámbitos", comenta.

El buen trabajo ha permitido saborear victorias en las últimas tres semanas. Y es que, "cuando más difícil parecía, en el campo del líder -Nàstic- donde nadie había ganado, el equipo dio un recital e hizo un partidazo. Se despeinó. Desde entonces se ha mantenido ese buen juego y ha ido de la mano con los resultados".

Cabrero trabaja a diario con Taliby, Nico Rodríguez y Ethan Lainez, los tres porteros del equipo. "Les encanta trabajar", asegura. Taliby es sobradamente conocido en el fútbol aragonés, con muchísimos partidos a sus espaldas en Tercera RFEF. Nico está cedido por el Zaragoza y Ethan viene del Racing Zaragoza, recién salido de juvenil. "Tali lleva muchos años jugando en Teruel y está en un momento de madurez muy bueno. Se ha formado a base de jugar porque estuvo en Sabiñánigo, se fue a Soria y ha luchado por ser futbolista", subraya.

La psicología deportiva, un campo por descubrir

Después de que se le relacionara en varias ocasiones para entrar en el Huesca, Cabrero pone en valor la figura de un psicólogo deportivo. "Poco a poco se va asentando en el mundo del fútbol. Es algo totalmente necesario. Lo vi muy claro cuando era jugador y es que era un campo por trabajar. Mis últimos años como futbolista ya tuve la oportunidad de trabajar con psicólogos. Es algo fundamental para optimizar su rendimiento y el desarrollo potencial".

A veces, añade, "sólo pensamos en ellos cuando hay un problema. Pero en el mundo del deporte trabajamos variables psicológicas como la confianza, la motivación, la concentración...". Por esa razón es importante, pero "nadie nos ha enseñado a trabajarlo. Hay estudios científicos que dicen que marca la diferencia entre los grandes y los que no llegan".

Su amistad con Sorribas y el trabajo de Hidalgo

Joaquín Sorribas siempre ha sido como un hermano mayor para el de Bolea. Deportivamente coincidieron en varios equipos y "siempre ha sido un gran apoyo para mí, y viceversa. Cualquier duda que he podido tener siempre me ha ayudado". Sabios, los dos vieron que este campo estaba por descubrir en este deporte. "Hay una vida después de jugar y todos no podemos ser entrenadores. No hay sitio para todos. Pensamos que la manera de diferenciarnos y estar cerca de los futbolistas para aportar el granito de arena era ir en esa dirección. Vamos a estar siempre el uno al lado del otro".

Con Hidalgo también fueron compañeros en el Albacete hace más de una década, y sólo tiene buenas palabras hacia él y su Huesca. "Desde su llegada es otro equipo. Con su idea, cada semana ha ido evolucionando y ahora está en un momento muy bueno. Todavía queda mucha liga, pero si sigue en esta dinámica no tendrá ningún tipo de problema. Antonio está sabiendo transmitir esa exigencia", concluye.

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